La tragedia del helicóptero turístico que se estrelló en el río Hudson ha conmocionado a la comunidad, especialmente a la familia española que perdió la vida en el accidente. Los rescatistas continúan su labor en la búsqueda de los restos de la aeronave, mientras que las autoridades investigan las causas del siniestro. Este trágico evento ha puesto de relieve la importancia de la seguridad en los vuelos turísticos y la necesidad de una regulación más estricta en la industria de la aviación.
**Detalles del accidente**
El accidente ocurrió el 12 de abril de 2025, cuando un helicóptero modelo Bell 206 L, conocido por ser utilizado en vuelos turísticos, se precipitó al río Hudson. La aeronave despegó a las 15:11 horas (hora local) y, tras un breve trayecto de 17 minutos, perdió el control y cayó en picado. Según los informes, el helicóptero había girado cerca de la Estatua de la Libertad y se desplazó sobre el río hasta el puente de George Washington, donde finalmente se produjo la tragedia.
Los testigos del accidente relatan que escucharon una explosión antes de que la aeronave cayera, lo que podría explicar la pérdida de varias piezas, incluyendo la cola y las aspas del rotor. Las imágenes del accidente muestran que el helicóptero ya había sufrido daños significativos antes de impactar con el agua. La directora del Organismo Nacional de Seguridad del Transporte (NTBS), Jennifer Homendy, confirmó que se están realizando esfuerzos exhaustivos para recuperar las partes faltantes de la aeronave, incluyendo el rotor principal y la estructura de la cola.
La investigación preliminar sugiere que el piloto, un ciudadano estadounidense con licencia de pilotaje comercial y más de 750 horas de vuelo, pudo haber enfrentado dificultades debido a que el modelo de helicóptero solo cuenta con un motor. En caso de fallo, el piloto debe realizar un aterrizaje forzoso, lo que se complica en un entorno urbano como el que rodea el río Hudson.
**Las víctimas del accidente**
Entre las víctimas se encontraban el piloto y una familia española compuesta por Agustín Escobar, su esposa Merc Camprub y sus tres hijos. La familia había llegado a Nueva York para celebrar un cumpleaños y, lamentablemente, su elección de transporte resultó fatal. Agustín Escobar, un ingeniero con una destacada carrera en Siemens, había sido reconocido como hijo predilecto de Castilla-La Mancha en 2023. Su esposa, Merc Camprub, también ocupaba un puesto importante en Siemens Energy, donde dirigía el área de comercialización y digitalización.
La pérdida de esta familia ha generado una ola de condolencias en España, donde amigos y colegas han expresado su tristeza por la tragedia. El presidente de Castilla-La Mancha y el ministro de Transportes han manifestado su pesar y han ofrecido apoyo a los familiares afectados. La familia de Camprub tiene una larga tradición en el FC Barcelona, lo que ha añadido un nivel adicional de atención mediática a la tragedia.
La búsqueda de los restos del helicóptero continúa, con un equipo de 17 profesionales trabajando arduamente para recuperar las piezas faltantes y esclarecer las causas del accidente. La NTBS ha enfatizado que, aunque cuentan con información valiosa, no se apresurarán a especular sobre las causas hasta que se complete la investigación.
Este accidente ha reavivado el debate sobre la seguridad de los vuelos turísticos en áreas urbanas. Organizaciones como Stop the Chop han expresado su preocupación por el número de vuelos no esenciales de helicópteros en la ciudad de Nueva York, que se estima en más de 80,000 al año. A pesar de las quejas de los residentes sobre el ruido y los riesgos asociados, el alcalde de Nueva York ha descartado la prohibición de estos vuelos.
La tragedia del helicóptero en el río Hudson es un recordatorio doloroso de los riesgos que conlleva la aviación, especialmente en entornos urbanos. A medida que las investigaciones avanzan, la comunidad espera respuestas y, sobre todo, que se implementen medidas que garanticen la seguridad de los pasajeros en el futuro.