Ourense, una de las ciudades más emblemáticas de Galicia, fue el escenario de un encuentro memorable entre el humorista Moncho Borrajo y la vedete francesa Marlène Mourreau. Este evento tuvo lugar en el último episodio de «A miña gran cidade», un programa que destaca la belleza y cultura de las ciudades gallegas a través de la mirada de un famoso local. En esta ocasión, Borrajo, conocido por su carisma y humor, guió a Mourreau en un recorrido que combinó gastronomía, cultura y momentos de complicidad.
La jornada comenzó en el mercado local, donde Mourreau se encontró con uno de sus placeres gastronómicos favoritos: el queso de tetilla. Este queso, famoso por su forma y sabor, cautivó a la vedete, quien no dudó en compartir su historia personal con el producto. «Es el único queso que como desde 1994», confesó mientras compraba varias piezas. Su entusiasmo por la gastronomía gallega se hizo evidente, y su humor no pasó desapercibido cuando bromeó sobre cómo encontraría espacio para llevar el queso a casa.
### Un recorrido gastronómico lleno de risas
Después de su visita al mercado, Borrajo llevó a Mourreau al Bar Orellas, un lugar icónico donde pudieron degustar la famosa tapa de oreja. La vedete, con su característico sentido del humor, dejó una frase que rápidamente se volvió viral: «Soy más de rabo que de oreja». Aunque la textura del cartílago le resultó un poco extraña, no dudó en elogiar el sabor del plato, comparándolo con las patatas fritas. La experiencia se volvió aún más divertida con la llegada de Yola Berrocal, amiga y representante de Mourreau, quien se unió a la degustación, sumando risas y anécdotas a la jornada.
La gastronomía no fue el único enfoque del día. Borrajo, con su formación en Bellas Artes y Arquitectura, llevó a Mourreau a explorar la Catedral de Ourense. La vedete quedó maravillada con el Pórtico del Paraíso y la rica historia del templo, lo que demostró que su visita no solo se centraba en la comida, sino también en la cultura y el patrimonio de la ciudad. En la Praza Maior, el humorista organizó una sorpresa musical con la actuación de los grupos locales Cuncas de Son y Son do Vento, quienes adaptaron una canción tradicional para invitar a Mourreau a quedarse en Ourense, creando un ambiente festivo y lleno de alegría.
### Un momento cultural y emocional
El recorrido culminó en el Liceo de Ourense, un centro cultural con más de 175 años de historia. Allí, Borrajo y Mourreau compartieron un momento íntimo y emotivo, donde el humorista destacó la riqueza cultural de la región, mencionando a los grandes poetas y artistas gallegos. En un gesto de homenaje mutuo, Borrajo le regaló a Mourreau un cuento gallego, mientras que ella sorprendió a todos con una interpretación de «La vie en rose», que dejó a los presentes conmovidos.
A lo largo de la jornada, ambos artistas compartieron momentos de complicidad y reflexión. Borrajo, quien anunció su retiro de los escenarios tras 53 años de carrera, expresó su gratitud por el cariño recibido a lo largo de su trayectoria. «Tengo 75 años, creo que es la edad perfecta para retirarme. Me siento muy respetado y querido, y eso es lo que busca un artista», comentó con sinceridad.
El programa llegó a su fin con una decisión inesperada por parte de Mourreau. A pesar de que su visita era breve, la vedete expresó su deseo de quedarse más tiempo en Ourense, lo que provocó una celebración entre ambos. Su amistad se selló con un pequeño beso en los labios, un gesto que simboliza la conexión especial que habían forjado durante el día.
La visita de Marlène Mourreau a Ourense, guiada por Moncho Borrajo, no solo fue un recorrido turístico, sino una experiencia que unió la gastronomía, la cultura y la amistad. Este episodio de «A miña gran cidade» dejó una huella imborrable tanto en los protagonistas como en los espectadores, quienes pudieron disfrutar de la calidez y el humor que caracterizan a Galicia. La combinación de risas, buena comida y momentos culturales hizo de esta jornada un evento inolvidable, que seguramente quedará en la memoria de todos los que tuvieron la oportunidad de presenciarlo.