En un contexto de creciente tensión internacional, el grupo parlamentario Sumar ha presentado una propuesta de ley que busca imponer un embargo total de armas y productos de doble uso sobre Israel. Esta iniciativa se produce en medio de una crisis diplomática entre España e Israel, tras las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien calificó al Estado hebreo como un «Estado genocida». La propuesta, que se votará en el Congreso, plantea la prohibición de venta de armas y servicios de seguridad a Israel, así como la suspensión de relaciones comerciales con empresas que operen en territorios ocupados.
La propuesta de Sumar se basa en la Convención sobre el Genocidio de 1948 y los Convenios de Ginebra, y busca crear una «lista de entidades» sancionadas por su participación en la ocupación de Palestina. Además, contempla la obligación de restringir la financiación pública a estas empresas y de cancelar contratos existentes. Esta medida ha generado una fuerte reacción por parte de Israel, que acusa al Gobierno español de sacrificar la seguridad por razones políticas.
La crisis diplomática se ha intensificado tras el descubrimiento de un contrato de compra de 15 millones de balas para la Guardia Civil, lo que provocó una crisis en la coalición de Gobierno. A pesar de las presiones, Sumar ha redoblado su esfuerzo para que los crímenes de guerra cometidos en Gaza tengan consecuencias. La proposición menciona la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU, que exige el fin de la colonización israelí en Cisjordania, y califica la situación en Gaza como una «tragedia humanitaria sin precedentes».
La propuesta también menciona la necesidad de impulsar investigaciones internacionales sobre lo que Sumar considera un «proceso sistemático de desposesión, violencia y limpieza étnica» en Gaza y Cisjordania. En este sentido, se hace hincapié en que la población civil de Gaza, en su mayoría mujeres y menores, es víctima de bombardeos indiscriminados, lo que representa una violación del Derecho Internacional.
En medio de esta escalada, Sumar busca no solo sanciones, sino también el reconocimiento global de Palestina como Estado y el impulso a un proceso de paz basado en el derecho internacional. La coalición liderada por Yolanda Díaz actúa como un ariete de presión sobre el ala socialista del Gobierno, en un momento en que la política exterior de Sánchez enfrenta uno de sus momentos más delicados.
La propuesta de Sumar ha sido registrada desde julio de 2024, pero ha cobrado relevancia en este contexto de crisis. La oportunidad de su presentación coincide con el peor momento de la legislatura para Sánchez, quien enfrenta múltiples casos de corrupción y presiones internas. Fuentes diplomáticas han admitido que esta proposición complica aún más las relaciones bilaterales entre España e Israel, y si el PSOE no la apoya, quedará expuesto ante sus aliados.
Por otro lado, el Gobierno español ha defendido su posición, argumentando que responde a un compromiso con los derechos humanos. Sánchez ha liderado una declaración de condena al bloqueo de Gaza, firmada por varios gobiernos europeos. La proposición de Sumar también exige revisar la relación de la UE con Israel y suspender el Acuerdo de Asociación vigente desde 2000, argumentando que Israel viola de forma reiterada los principios democráticos exigidos por el tratado.
La situación actual plantea un dilema para el Gobierno español: si apoya la propuesta de Sumar, ahondará la crisis con un socio clave en la región; si no lo hace, se verá expuesto ante sus aliados. La presión sobre Sánchez es palpable, y la propuesta de Sumar representa un nuevo punto de inflexión en la política exterior española hacia Israel. En este contexto, la comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan los acontecimientos, ya que las decisiones que se tomen en los próximos días podrían tener repercusiones significativas en la dinámica de la región y en las relaciones de España con otros países.