La reciente aprobación de la Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Sostibilidade para la galería de investigación geológica necesaria para la construcción de la central hidroeléctrica de bombeo Conso II en Ourense marca un hito importante en el desarrollo energético de Galicia. Este proyecto, que se enmarca dentro de un contexto más amplio de transición energética, plantea no solo la generación de energía, sino también un papel crucial en la estabilidad del sistema eléctrico nacional.
### Un Proyecto Ambicioso para la Energía Limpia
La central Conso II, que se proyecta con una potencia de 1.800 megavatios (MW), representa una inversión significativa de 1.500 millones de euros. De esta cantidad, 570 millones se destinarán a la ingeniería y maquinaria, mientras que más de 630 millones se asignarán a un plan de vigilancia ambiental. Este enfoque en la sostenibilidad es fundamental, dado que la planta no solo generará energía, sino que también actuará como un sistema de almacenamiento, absorbiendo excedentes de energía en momentos de baja demanda y utilizando esa energía para llenar las balsas superiores.
La conexión entre los embalses de Cenza y Bao, separados por un desnivel de 690 metros, es un aspecto técnico clave del proyecto. La construcción de un circuito subterráneo y la instalación de tres turbinas en una caverna son parte de la solución técnica que se está diseñando. Este tipo de plantas, conocidas como hidroeléctricas reversibles, son esenciales para la estabilidad del sistema eléctrico, ya que permiten gestionar la oferta y la demanda de energía de manera más eficiente.
Sin embargo, a pesar de la magnitud del proyecto, Iberdrola ha sido cautelosa en sus declaraciones. La compañía ha indicado que aún no se ha tomado una decisión final sobre la inversión y que dependerá de la obtención de una concesión hidroeléctrica amplia y de pagos por capacidad, que son retribuciones adicionales que el sistema paga a las instalaciones por su disponibilidad para producir o almacenar electricidad. La falta de un cronograma claro para el inicio de los sondeos de suelo en el concello de Vilariño de Conso ha generado incertidumbre sobre el avance del proyecto.
### La Transición Energética y el Futuro del Carbón
El contexto en el que se desarrolla la propuesta de Conso II es el de una transición energética en curso en España, donde la dependencia del carbón está disminuyendo drásticamente. Recientemente, las últimas térmicas de carbón del país, incluidas dos en Asturias, han estado inactivas durante casi dos meses, un hecho sin precedentes en la historia del sistema eléctrico español. Esta situación refleja no solo las condiciones del mercado, sino también un cambio hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
Según datos de la Red Eléctrica de España (REE), entre el 15 de julio y la fecha actual, las térmicas no han contribuido a la cobertura de la demanda nacional. Este cambio es un indicativo claro de que las tecnologías más limpias están ganando terreno, y que el carbón, que durante décadas fue un pilar del sistema eléctrico, está siendo relegado a un segundo plano. La transición hacia energías renovables y el almacenamiento de energía se están convirtiendo en prioridades para garantizar un suministro eléctrico sostenible y eficiente.
La propuesta de Iberdrola para la central de Conso II se alinea con esta tendencia, ofreciendo una solución que no solo busca generar energía, sino también contribuir a la estabilidad del sistema eléctrico en un momento en que la demanda de energía limpia está en aumento. La idea de tener una «despensa gigante de energía 100% limpia» en Galicia, como se mencionó en un video corporativo de la compañía, refleja la ambición de Iberdrola de posicionarse como líder en el sector de las energías renovables en España.
A medida que el proyecto avanza, será crucial observar cómo se desarrollan las negociaciones sobre las concesiones hidroeléctricas y los pagos por capacidad, así como la respuesta de la comunidad y las autoridades locales. La construcción de Conso II no solo representa una inversión significativa en infraestructura energética, sino que también podría ser un modelo a seguir para futuros proyectos de energía renovable en la península ibérica. La intersección de la tecnología, la sostenibilidad y la economía será clave para el éxito de esta iniciativa y para el futuro del suministro energético en Galicia y más allá.