La transición hacia la movilidad eléctrica en Galicia está tomando un impulso significativo, aunque aún enfrenta desafíos importantes. Según el primer Barómetro de la Electromovilidad de este año, la comunidad ha visto un aumento notable en la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos, alcanzando casi 2.000 cargadores en total. Este crecimiento se ha visto impulsado principalmente por la expansión de cargadores en áreas urbanas, donde se ha registrado un incremento del 93% en el último año.
### Crecimiento de la Infraestructura de Carga
El informe revela que el número de electrolineras ha aumentado en más de un 60% en el último año, lo que es un indicativo positivo para la electrificación del parque móvil gallego. En particular, los cargadores urbanos han superado los 800, mientras que los interurbanos han crecido a un ritmo más lento, alcanzando más de 1.000. Este crecimiento es crucial para facilitar la adopción de vehículos eléctricos, ya que la disponibilidad de infraestructura de carga es uno de los factores más determinantes para los consumidores a la hora de considerar la compra de un coche eléctrico.
Entre enero y marzo de este año, se han instalado 1.937 electrolineras, lo que representa un aumento del 13% en comparación con el trimestre anterior. Sin embargo, a pesar de este crecimiento, el ritmo de instalación sigue siendo insuficiente. Actualmente, Galicia está instalando aproximadamente 18 puntos de recarga por semana, muy por debajo de los 60 necesarios para cumplir con los objetivos establecidos por la Comisión Europea.
### Desafíos en la Instalación de Cargadores
A pesar del aumento en el número de cargadores, existen dos problemas principales que afectan la efectividad de esta infraestructura. El primero es la velocidad de carga de muchos de los puntos instalados. Más del 60% de los cargadores ofrecen una potencia inferior a 22 kilovatios (kW), lo que implica tiempos de carga que pueden variar entre tres y 19 horas. Esto es un inconveniente significativo para los usuarios, ya que la mayoría de ellos buscan soluciones rápidas y eficientes para recargar sus vehículos.
Por otro lado, otro aspecto preocupante es que una parte considerable de los cargadores instalados no están operativos. Actualmente, más de 600 postes de carga están fuera de servicio, lo que representa aproximadamente un tercio del total. Esta situación no solo afecta la confianza de los usuarios en la infraestructura de carga, sino que también limita la efectividad de la red de recarga en su conjunto.
A nivel nacional, España cuenta con 46.358 electrolineras, lo que representa un aumento del 20% en comparación con el año anterior. Este crecimiento es alentador, pero también pone de manifiesto la necesidad de que Galicia acelere sus esfuerzos para no quedarse atrás en la transición hacia la movilidad eléctrica.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha anunciado recientemente la creación de un mapa de puntos de recarga para vehículos eléctricos. Esta iniciativa busca facilitar la localización de cargadores y mejorar la experiencia del usuario. Además, el Consejo de Ministros ha aprobado la prórroga del programa Moves III, que cuenta con una financiación adicional de 400 millones de euros, destinada a fomentar la instalación de infraestructura de carga y la compra de vehículos eléctricos.
La combinación de un aumento en la infraestructura de carga y el apoyo gubernamental es esencial para que Galicia pueda cumplir con los objetivos de sostenibilidad y electrificación del transporte. Sin embargo, es crucial que se aborden los problemas de velocidad de carga y la operatividad de los puntos de recarga para garantizar que la transición hacia la movilidad eléctrica sea efectiva y accesible para todos los ciudadanos.
En resumen, aunque Galicia está avanzando en la instalación de cargadores para vehículos eléctricos, es evidente que se necesita un esfuerzo adicional para superar los obstáculos actuales. La colaboración entre el gobierno, las empresas y los ciudadanos será fundamental para lograr una red de carga eficiente y funcional que apoye la adopción de vehículos eléctricos en la comunidad.