La reciente decisión del Parlamento Europeo de abordar el tarifazo a los productos de moda low cost ha generado un amplio debate sobre la sostenibilidad y la regulación del comercio textil en la Unión Europea. Con más de 600 votos a favor y solo 26 en contra, la propuesta busca que empresas como Shein y Temu, que se benefician de la exención de derechos de aduana para envíos inferiores a 150 euros, asuman un cargo de dos euros por paquete. Esta medida tiene como objetivo frenar la práctica de la infravaloración deliberada de los productos, que permite a estas compañías eludir controles fiscales y contribuir a un modelo de consumo insostenible.
### La Sostenibilidad en el Sector Textil
El impacto ambiental de la moda rápida es un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años. La Comisión Europea ha señalado que más de la mitad de los envíos de estas plataformas están deliberadamente infravalorados, lo que no solo afecta a la economía local, sino que también incrementa la huella ecológica del sector. En este contexto, el Clúster Textil Moda de Galicia (Cointega) ha manifestado su apoyo a la implementación de una tasa ambiental que siga el principio de «quien contamina paga». Esta propuesta busca que las multinacionales que exportan prendas de baja calidad asuman parte de los costos de reciclaje y gestión de residuos, que actualmente recaen sobre la ciudadanía y la industria gallega.
La moda ultrarrápida, caracterizada por ofrecer prendas a precios irrisorios, ha generado un volumen de residuos que la industria local no puede manejar adecuadamente. Javier Guerra y Alberto Rocha, presidente y secretario general de Cointega, respectivamente, han destacado que la responsabilidad del tratamiento de estos residuos no debería recaer únicamente en las comunidades que producen de manera sostenible. La propuesta de un gravamen no solo busca desincentivar la importación de ropa de usar y tirar, sino también promover la economía circular y la sostenibilidad en el sector.
Los datos son alarmantes: el impacto de la fast fashion en Europa se estima en unos 15.000 millones de euros anuales. En Galicia, el año pasado se importaron prendas de vestir por un valor de más de 330 millones de euros, lo que representa un récord histórico. Sin embargo, la falta de transparencia en las estadísticas dificulta conocer el verdadero impacto de empresas como Shein y Temu en el mercado local. Cointega ha expresado su preocupación por la posibilidad de que se inicie una guerra de aranceles que podría perjudicar a las empresas gallegas que cumplen con los estándares de calidad y sostenibilidad.
### Comparativa con Otras Regulaciones en Europa
Mientras que en Galicia se propone un cargo de dos euros por paquete, en Portugal la Associação Têxtil e Vestuário ha solicitado un cargo significativamente mayor de 20 euros para productos vendidos a través de plataformas como Temu y Shein. Ana Paula Dinis, directora ejecutiva de la patronal portuguesa, ha calificado la cifra de dos euros como «ridículamente baja». Esta disparidad en las propuestas de regulación refleja las diferentes realidades económicas y de producción en cada región, así como la urgencia de proteger a las industrias locales que enfrentan la competencia desleal de la moda rápida.
El sector textil en Galicia se enfrenta a un dilema: competir en precio o en calidad. Guerra ha enfatizado que Galicia no puede ni debe competir en precio, y que los valores que deben prevalecer son la calidad, el diseño y la sostenibilidad. La industria gallega se ha caracterizado por su compromiso con la producción responsable, y cualquier producto que ingrese a la Unión Europea debería cumplir con los mismos estándares que se exigen a los productores locales. Esta postura ha sido respaldada por el Clúster Textil Moda de Galicia, que exige una defensa activa de los intereses de la industria local frente a las prácticas desleales.
Como parte de su estrategia para fortalecer el sector, Cointega está llevando a cabo varios proyectos que buscan impulsar el reciclaje, abrir nuevos mercados y promover la formación en la industria textil. La creación de una cooperativa entre pymes gallegas para acceder a grandes canales de distribución es una de las iniciativas que se están explorando para mejorar la competitividad del sector. En este sentido, la colaboración entre diferentes actores de la industria se presenta como una solución viable para enfrentar los desafíos que plantea la moda rápida y su impacto en el medio ambiente.
La regulación del comercio textil en Europa es un tema complejo que requiere un enfoque equilibrado y sostenible. La propuesta de un cargo por paquete es solo un primer paso hacia una mayor responsabilidad en la producción y el consumo de moda. A medida que la presión sobre el medio ambiente aumenta, es fundamental que tanto las instituciones como las empresas trabajen juntas para crear un futuro más sostenible para la industria textil.