En Galicia, el panorama laboral ha experimentado un notable cambio en los últimos años, especialmente en lo que respecta a los horarios de trabajo. La tendencia hacia el empleo a deshoras, que había ido en aumento durante más de una década, ha comenzado a retroceder. Este fenómeno no solo se debe a la pandemia, que alteró las dinámicas económicas y sociales, sino también a un cambio profundo en las preferencias de los trabajadores gallegos. Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), el porcentaje de gallegos que trabaja al menos un domingo al mes ha disminuido de manera constante desde 2019. En ese año, el 24,7% de los trabajadores se veía obligado a acudir a su puesto en festivos, mientras que en 2024 esta cifra se ha reducido al 20,2%. Este descenso es significativo, ya que refleja un cambio en la percepción del trabajo y la importancia del tiempo libre en la vida de los empleados.
La reducción en el trabajo dominical no es el único cambio que se ha observado. También ha disminuido el número de trabajadores que realizan turnos nocturnos y de tarde. En 2019, un 41,9% de los gallegos trabajaba en la franja de última hora de la tarde, cifra que ha caído al 34,7% en 2024. En cuanto al trabajo nocturno, la proporción de ocupados que trabaja en este horario ha pasado del 15,8% en 2019 al 11,7% en 2024. Estos datos indican que los trabajadores están cada vez menos dispuestos a sacrificar su tiempo personal por un empleo, lo que plantea un desafío para muchas empresas que dependen de estos turnos menos atractivos.
### La Respuesta de las Empresas ante el Cambio de Tendencias
Ante esta nueva realidad, las empresas gallegas se ven obligadas a adaptarse para atraer y retener talento. La dificultad para cubrir turnos menos deseables se ha convertido en un problema significativo, especialmente en sectores como la hostelería, el comercio, la logística y la sanidad. Mónica Pérez, directora de comunicación y estudios de InfoJobs, señala que las empresas están implementando diversas estrategias para hacer frente a esta situación. Una de las principales medidas es ofrecer incentivos económicos, pero también se están enfocando en mejorar el salario emocional de los empleados. Esto incluye ofrecer más autonomía en la elección de turnos, establecer rotaciones pactadas, concentrar la jornada laboral en menos días y desarrollar programas de fidelización que incluyan planes de carrera y bienestar laboral.
La reconfiguración del tiempo de trabajo se ha vuelto esencial. Las empresas deben encontrar un equilibrio entre sus necesidades operativas y las preferencias de los empleados. Ignorar estas preferencias puede tener un coste significativo, ya que los trabajadores valoran cada vez más su tiempo libre y las condiciones laborales que se les ofrecen. En este sentido, el cuándo se trabaja se ha convertido en un factor determinante a la hora de aceptar una oferta de empleo o decidir permanecer en una empresa.
### Desigualdades en el Trabajo a Deshoras
Un aspecto interesante que ha surgido en este contexto es la desigualdad en la distribución de los turnos menos deseables. A diferencia de otras formas de precariedad laboral, como la temporalidad o el trabajo a tiempo parcial, los peores horarios no recaen mayoritariamente sobre las mujeres, sino sobre los hombres. En el caso del trabajo dominical, la diferencia es mínima: un 20,1% de los hombres trabaja al menos un domingo al mes, frente al 19,2% de las mujeres. Sin embargo, en los turnos nocturnos, la brecha se amplía considerablemente. Solo un 9,3% de las trabajadoras desempeña su labor más allá de las diez de la noche, en comparación con el 15,8% de los hombres. Esta diferencia no refleja una ventaja para las mujeres, sino que pone de manifiesto una desigualdad estructural, ya que muchas de ellas no pueden asumir estos horarios debido a la carga de cuidados familiares que tradicionalmente han asumido.
La situación actual en Galicia es un reflejo de un cambio más amplio en el mundo laboral, donde las preferencias de los trabajadores están influyendo en la forma en que las empresas operan. A medida que la importancia del tiempo libre y la calidad de vida se convierten en prioridades para muchos, es probable que las empresas deban seguir adaptándose para satisfacer estas nuevas demandas. La capacidad de las organizaciones para ajustarse a estas expectativas será crucial para su éxito en el futuro.