La industria pesquera española se encuentra en una encrucijada crítica, marcada por un proceso de reestructuración que ha dejado a numerosas empresas al borde de la quiebra. Este fenómeno, que comenzó a mediados de 2023, ha visto cómo una serie de compañías de renombre, como Grupo Fandicosta, Atunlo y Actemsa, se han visto obligadas a liquidar o reestructurar sus operaciones debido a una acumulación de deudas que supera los 750 millones de euros. En este contexto, Comercial Pernas (Coper) ha presentado un plan de reestructuración que está sujeto a la votación de los acreedores hasta el 12 de mayo, lo que podría marcar un nuevo capítulo en la historia de la pesca en España.
La situación actual de Coper es un reflejo de un sector que ha estado lidiando con una serie de desafíos económicos. Con una deuda que asciende a más de 58 millones de euros, la empresa se encuentra en una posición delicada. La crisis ha afectado a un amplio espectro de empresas, con más de diez compañías de primer y segundo nivel en la industria pesquera que han tenido que enfrentar la liquidación. Este proceso ha sido doloroso y ha dejado a muchos acreedores con pérdidas significativas, ya que la quita global para algunas de estas empresas ha alcanzado hasta el 77%.
### Impacto de la Deuda en el Sector Pesquero
La magnitud de la deuda acumulada en el sector pesquero es alarmante. Grupo Fandicosta, por ejemplo, ha sido uno de los casos más notorios, con una deuda de más de 176 millones de euros. Esta situación ha llevado a una reestructuración forzada, donde los acreedores han tenido que aceptar condiciones desfavorables para recuperar parte de sus inversiones. La quita del 50% para la clase financiera y del 77% para otros acreedores comerciales ha sido un duro golpe para muchos.
El impacto de esta crisis no se limita a las cifras. Muchas de las empresas afectadas han tenido que cerrar sus puertas, dejando a miles de trabajadores sin empleo y afectando a las comunidades que dependen de la pesca. Videmar, una empresa que llegó a facturar cerca de 80 millones de euros en su mejor año, fue una de las primeras en cerrar, evidenciando la fragilidad del sector. La caída del consumo y el aumento de los costos financieros han sido factores determinantes en la desaparición de estas empresas.
Además, la falta de acceso directo a materia prima ha sido un problema recurrente. Muchas operadoras se han visto obligadas a depender de un mercado inflacionado, lo que ha reducido sus márgenes de beneficio. Este fenómeno ha llevado a una serie de quiebras, incluyendo a empresas como Marpesca Europa y Pescados Rubén, que han tenido que cerrar sus operaciones en un entorno cada vez más hostil.
### La Reestructuración como Solución
Ante esta crisis, la reestructuración se presenta como una posible solución para las empresas que aún tienen la oportunidad de sobrevivir. El caso de Comercial Pernas es emblemático, ya que su plan de reestructuración podría ser un modelo a seguir para otras empresas en dificultades. Sin embargo, la aceptación de este plan por parte de los acreedores es crucial. Si se aprueba, podría permitir a la empresa renegociar sus deudas y continuar operando, lo que sería un alivio para sus empleados y para la comunidad pesquera en general.
Por otro lado, la situación de otras empresas como Bacalao Giraldo, que también está en negociaciones con sus acreedores, muestra que la reestructuración no es un proceso aislado. La industria pesquera española está en un estado de constante negociación, donde las empresas buscan formas de adaptarse a un entorno cambiante y desafiante. La posible adquisición de Bacalao Giraldo por parte de la portuguesa Brasmar es un ejemplo de cómo las empresas están buscando alianzas estratégicas para sobrevivir.
La reestructuración no solo implica la renegociación de deudas, sino también una revisión de las estrategias comerciales y operativas. Las empresas deben adaptarse a las nuevas realidades del mercado, lo que puede incluir la diversificación de productos, la mejora de la eficiencia operativa y la búsqueda de nuevos mercados. La capacidad de las empresas para adaptarse a estos cambios será fundamental para su supervivencia en el futuro.
En resumen, la crisis en la industria pesquera española es un reflejo de un sector que enfrenta desafíos significativos. La reestructuración se presenta como una solución viable para algunas empresas, pero el éxito dependerá de la capacidad de los acreedores para aceptar condiciones que les permitan recuperar parte de sus inversiones. A medida que el sector continúa lidiando con la deuda y la reestructuración, será crucial observar cómo se desarrollan estos procesos y qué impacto tendrán en el futuro de la pesca en España.