La situación laboral en Galicia ha experimentado cambios significativos en los últimos años, especialmente en lo que respecta a la afiliación a la Seguridad Social. En mayo de 2025, la comunidad gallega alcanzó un hito al superar la cifra de 1.096.790 afiliados, un número que no se había visto desde antes de la crisis de 2008. Este avance, sin embargo, no es uniforme en todas las comarcas, donde las disparidades en el empleo y la población jubilada son evidentes.
La recuperación del mercado laboral en Galicia ha sido desigual, afectando de manera particular a las áreas rurales. En 15 de las 53 comarcas de la comunidad, el número de pensionistas supera al de los trabajadores en activo. Este fenómeno es especialmente notable en las comarcas de Muros y Ortegal, donde la población jubilada sigue creciendo, mientras que la de trabajadores se estanca o disminuye. Este desbalance plantea serias preguntas sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones y el futuro del empleo en estas regiones.
### Desigualdades en el Mercado Laboral Gallego
El envejecimiento de la población gallega y el éxodo de jóvenes hacia las ciudades han contribuido a una situación laboral compleja. En la comarca de Verín, por ejemplo, hay 8.181 pensionistas frente a solo 6.674 trabajadores, lo que refleja una diferencia alarmante en la proporción de personas activas y jubiladas. Esta tendencia se repite en otras comarcas como Terra de Celanova, A Limia y O Ribeiro, donde la falta de relevo generacional en el mercado laboral se hace cada vez más evidente.
La situación es más equilibrada en O Carballiño, donde la diferencia entre pensionistas y afiliados es mínima, con solo 53 pensionistas más que trabajadores. Sin embargo, en general, el panorama es desalentador. En 2024, Galicia contaba con 682.886 pensionistas y 1.005.494 afiliados al sistema, lo que indica que, a pesar de la recuperación del empleo, el número de jubilados sigue creciendo a un ritmo que podría poner en riesgo la viabilidad del sistema de pensiones.
El impacto del envejecimiento de la población no solo se refleja en el mercado laboral, sino también en la disminución de la población en muchos municipios gallegos. A excepción del año 2020, cuando la pandemia de COVID-19 alteró las dinámicas demográficas, el número de pensionistas ha ido aumentando año tras año. Sin embargo, este crecimiento no es homogéneo en todas las provincias. Ourense, por ejemplo, ha perdido 655 pensionistas en la última década, mientras que Lugo ha visto una disminución de cerca de 100.000 pensionistas desde 2011.
### Retos para el Futuro de las Pensiones
La situación actual plantea serios retos para el futuro del sistema de pensiones en Galicia. La falta de trabajadores en edad de cotizar y el aumento constante de pensionistas sugiere que el sistema podría enfrentar dificultades para sostenerse a largo plazo. La combinación de un mercado laboral que no logra atraer a la población joven y un aumento en la esperanza de vida de los jubilados crea un escenario complicado que requiere atención urgente.
Además, la recuperación del empleo en Galicia ha sido desigual, con un crecimiento que ignora en gran medida las áreas rurales. Esto no solo afecta a la economía local, sino que también contribuye a un ciclo de despoblación que podría tener consecuencias devastadoras para el futuro de la comunidad. Las políticas públicas deben enfocarse en revitalizar estas áreas, ofreciendo incentivos para que los jóvenes permanezcan o regresen, así como apoyando a las empresas locales para que puedan crecer y generar empleo.
En resumen, la situación del empleo y las pensiones en Galicia es un reflejo de desafíos más amplios que enfrenta la sociedad. La necesidad de un enfoque equilibrado que contemple tanto el crecimiento del empleo como la sostenibilidad del sistema de pensiones es más urgente que nunca. Sin una estrategia clara y efectiva, el futuro de Galicia podría verse comprometido, con un impacto negativo en la calidad de vida de sus ciudadanos.