La situación del desempleo en Galicia ha mostrado una notable mejora en los últimos años, especialmente en lo que respecta a los parados de larga duración. Según los datos más recientes de la Encuesta de Población Activa (EPA), la comunidad ha alcanzado su cifra más baja de desempleados que llevan un año o más buscando trabajo desde 2008. Con 37.000 gallegos en esta situación, se observa una disminución del 25,4% en comparación con el año anterior y un impresionante 70,7% menos que hace una década. Esta tendencia positiva se produce en un contexto de reducción general de la tasa de paro, lo que contrasta con los niveles críticos alcanzados durante la crisis económica de 2014, cuando Galicia contaba con 172.400 desempleados de larga duración.
Sin embargo, a pesar de estas cifras alentadoras, los sindicatos gallegos han expresado su preocupación por las carencias estructurales que aún persisten en el mercado laboral. La CIG, CCOO y UGT han coincidido en que, aunque el número de parados de larga duración ha disminuido, este colectivo sigue representando un tercio del total de desempleados en la región. La precariedad laboral es un tema recurrente en las declaraciones de los representantes sindicales, quienes advierten que muchos de estos desempleados han sido expulsados del mercado de trabajo debido a procesos de reestructuración empresarial, como EREs o cierres de empresas.
Óscar Calvo, secretario comarcal de la CIG en A Coruña, ha señalado que los mecanismos actuales de reciclaje profesional son ineficaces. A su juicio, los compromisos de recolocación firmados tras el cierre de empresas a menudo no se cumplen, lo que deja a muchos trabajadores en una situación de vulnerabilidad. Calvo aboga por un cambio profundo en la forma en que se aborda el desempleo de larga duración, sugiriendo que es necesario implementar campañas serias de reciclaje que permitan a los trabajadores volver al mercado laboral con dignidad, evitando que se vean obligados a aceptar empleos precarios.
Por su parte, Maica Bouza, secretaria de Emprego en Galicia de Comisiones Obreras, ha reconocido que, aunque las cifras son positivas, el desempleo de larga duración sigue afectando desproporcionadamente a ciertos colectivos, especialmente a las mujeres. Bouza ha enfatizado que no se trata solo de un problema económico, sino que muchas personas que llevan tiempo fuera del mercado laboral necesitan apoyo emocional para recuperar la confianza en sus habilidades. Para abordar esta situación, ha propuesto tres ejes de actuación: reformar los servicios públicos de empleo, revalorizar las capacidades de quienes llevan más de un año sin trabajar y ofrecer formación específica y actualizada.
El panorama del desempleo de larga duración en Galicia también presenta datos preocupantes. Cristóbal Medeiros, secretario xeral de UGT Galicia, ha destacado que más de 10.800 de los 37.000 desempleados de larga duración tienen estudios superiores, y 22.100 llevan más de dos años en paro, de los cuales 15.000 acumulan más de cuatro años. Esta situación ha llevado a muchos a depender de subsidios o a estar sin ingresos, lo que genera un estado de desánimo y frustración. Medeiros ha subrayado la necesidad de segmentar las medidas de apoyo en función del perfil del desempleado, argumentando que no se pueden aplicar las mismas soluciones a todos. En este sentido, ha propuesto que las microformaciones pueden ser una vía útil para mejorar la empleabilidad, en lugar de los actuales certificados de profesionalidad, que a menudo no son viables debido a su duración.
Además, UGT ha instado a reforzar los servicios de orientación y a realizar un seguimiento más individualizado de los desempleados. El sistema actual, basado en paquetes estandarizados, no tiene en cuenta la trayectoria laboral ni las necesidades formativas específicas de cada persona. Desde la plataforma EMI, se están desarrollando herramientas que permiten a los desempleados identificar sus competencias y acceder a ocupaciones alternativas, basándose en información actualizada sobre las demandas del mercado laboral.
La importancia de garantizar una red de protección social adecuada también ha sido un punto destacado por los sindicatos. Mientras los desempleados de larga duración continúan en búsqueda activa de empleo, es fundamental que cuenten con un mínimo de ingresos para evitar que queden al margen del sistema. En este contexto, los tres sindicatos han hecho un llamado a la Xunta para que se comprometa a mejorar las políticas activas de empleo, que consideran desactualizadas y poco efectivas. La coordinación entre los servicios públicos, la mejora de la calidad del empleo y el fomento del reciclaje profesional son aspectos que requieren atención urgente para abordar el desempleo de larga duración en Galicia.