El Oklahoma City Thunder ha dado un paso crucial hacia la conquista del anillo de la NBA al vencer a los Indiana Pacers por 120-109 en un emocionante quinto partido de las Finales. Con esta victoria, los Thunder se colocan con una ventaja de 3-2 en la serie, lo que los sitúa a solo un triunfo de alzarse con el título. Jalen Williams fue la estrella del encuentro, anotando 40 puntos, además de contribuir con 4 asistencias y 6 rebotes, consolidándose como un jugador clave en esta fase decisiva del campeonato.
La historia de las Finales de la NBA muestra que, en las ocasiones en que una serie llega al quinto partido empatada 2-2, el equipo que gana ese duelo tiene un 74,2% de probabilidades de llevarse el título. Este dato añade aún más presión al próximo encuentro, que se disputará el jueves en Indianápolis, mientras que un posible séptimo partido se jugaría el domingo en Oklahoma City.
### Dominio inicial de Oklahoma
Desde el comienzo del partido, el Oklahoma City Thunder mostró un nivel de juego excepcional. Con un ambiente electrizante en el Paycom Center, los Thunder comenzaron el primer cuarto con una energía arrolladora. Jalen Williams, con dos mates espectaculares, y una defensa implacable, llevaron a su equipo a un inicio casi perfecto. La presión sobre los Pacers fue tal que el entrenador Rick Carlisle se vio obligado a solicitar un tiempo muerto tras apenas cuatro minutos de juego, cuando su equipo ya estaba en desventaja.
La situación se complicó aún más para Indiana cuando Carlisle recibió una falta técnica por protestar de manera vehemente contra las decisiones arbitrales. En un primer cuarto marcado por la intensidad, Oklahoma logró establecer una ventaja de 10 puntos, un hecho que reflejaba la confianza y el control que tenían en la cancha. Con un total de 10 asistencias en este periodo, los Thunder mostraron una fluidez en su juego que contrastaba con la ansiedad de los Pacers, quienes cometieron 7 pérdidas de balón en este tramo inicial.
El segundo cuarto continuó con la misma tónica, y Oklahoma alcanzó su máxima ventaja de 18 puntos tras un parcial de 16-6. Williams seguía atacando el aro con determinación, mientras que Shai Gilgeous-Alexander también se hacía sentir en el marcador. A pesar de que los Pacers intentaron reaccionar, su falta de puntería y las 11 pérdidas de balón en la primera mitad les pasaron factura. Al descanso, el marcador reflejaba un 59-45 a favor de los Thunder, un resultado que no hacía justicia al dominio que habían mostrado en la cancha.
### Resurgimiento de los Pacers
Sin embargo, el tercer cuarto trajo consigo un cambio inesperado. Los Pacers, conocidos por su capacidad de remontar, comenzaron a mostrar signos de vida. A través de un juego más agresivo y con un banquillo que aportó significativamente, Indiana logró reducir la diferencia a solo 5 puntos. Toppin y McConnell fueron los artífices de esta reacción, con un McConnell especialmente inspirado, anotando 13 puntos en este periodo.
La dinámica del partido parecía cambiar, y los corazones de los aficionados de Oklahoma comenzaron a palpitar con fuerza, recordando el primer partido de la serie que habían dejado escapar. Sin embargo, a pesar de la presión, Oklahoma logró mantener la calma. Williams, con 13 puntos en el último cuarto, y el apoyo de Shai, que anotó 9, permitieron a los Thunder cerrar el partido con un margen de seguridad. Un triple de Siakam acercó a los Pacers a solo 2 puntos, pero Oklahoma respondió con un contundente parcial de 18-4, reafirmando su dominio y dejando a sus aficionados en éxtasis.
Con esta victoria, Oklahoma City Thunder se encuentra a un paso de la gloria. La serie ha sido un espectáculo de baloncesto, con dos aficiones entregadas y un ambiente vibrante en cada partido. El próximo encuentro en Indianápolis será crucial, y tanto los Thunder como los Pacers saben que cada posesión contará en su lucha por el anillo. La NBA ha vuelto a demostrar que, en sus finales, la emoción y la incertidumbre son los ingredientes que mantienen a los aficionados al borde de sus asientos.