La compañía gallega Urovesa, reconocida por su especialización en vehículos militares y de defensa, ha dado un paso significativo en su trayectoria internacional al enviar un prototipo de su modelo Vamtac ST5 a Nueva Zelanda. Este evento se produce justo después de su exitosa participación en la Feria Internacional de Defensa y Seguridad de España, donde la empresa mostró su capacidad y compromiso con la innovación en el sector.
El Vamtac ST5, un vehículo blindado de última generación, ha sido transportado en un avión Hércules C-130J-30 desde la planta de Urovesa en Valga, Pontevedra, hasta las instalaciones de las Fuerzas de Defensa de Nueva Zelanda. Este movimiento no solo resalta la calidad del diseño y la ingeniería de Urovesa, sino que también marca el inicio de una colaboración estratégica con el Ministerio de Defensa neozelandés.
### Un Prototipo para el Futuro de la Defensa Neozelandesa
Una vez que el prototipo llegue a Nueva Zelanda, será utilizado por un equipo conjunto del Ministerio de Defensa y el Ejército de Nueva Zelanda. Su objetivo es diseñar, instalar y probar sistemas de comunicación y digitales que serán fundamentales para la nueva flota de vehículos de defensa. Sarah Minson, subsecretaria de Entrega de Capacidades del Ministerio de Defensa, destacó que este vehículo representa la primera variante mediana del Vamtac ST5 construida específicamente para el país oceánico, en el marco de un proyecto más amplio destinado a reemplazar la flota de vehículos operativos actuales.
El Vamtac ST5 no solo se diseñó para cumplir con los estándares de seguridad y operatividad, sino que también se enfocó en la versatilidad y eficiencia. Este vehículo será utilizado en diversas misiones, que incluyen operaciones de seguridad, asistencia humanitaria y rescate. La robustez y el diseño eficiente de los vehículos Vamtac han sido reconocidos en más de 20 países, incluyendo varios miembros de la OTAN y Singapur.
### Características Técnicas del Vamtac ST5
El Vamtac ST5 está equipado con un motor Cummins de 6,7 litros, que le permite alcanzar una velocidad máxima de 110 kilómetros por hora. Su diseño incluye tracción 4×4 y un sistema de bloqueo del diferencial, lo que le otorga una notable capacidad para operar en terrenos difíciles. Además, cuenta con un sistema central de inflado de neumáticos, que permite ajustar la presión desde la cabina, mejorando aún más su movilidad todoterreno.
El contrato firmado en noviembre de 2024 entre el Ministerio de Defensa de Nueva Zelanda y Urovesa incluye la entrega de 60 nuevos vehículos utilitarios, compuestos por 40 unidades del Vamtac CK3 y 20 del Vamtac ST5. Este acuerdo es un testimonio del compromiso de Urovesa con la mejora de la eficacia operativa y la seguridad en una amplia variedad de misiones.
La colaboración entre Urovesa y el Ejército de Nueva Zelanda no solo se limita a la entrega de vehículos. En marzo de 2025, la empresa gallega anunció una alianza con EPE, una compañía neozelandesa, para trabajar en el Proyecto de Capacidad de Movilidad Protegida (PMCP). Esta asociación tiene como objetivo fortalecer la capacidad de defensa del país, asegurando que las Fuerzas de Defensa de Nueva Zelanda cuenten con los mejores recursos disponibles.
La llegada del Vamtac ST5 a Nueva Zelanda simboliza un avance significativo en la cooperación internacional en materia de defensa. A medida que el mundo enfrenta nuevos desafíos en seguridad y defensa, la capacidad de las naciones para colaborar y compartir tecnología se vuelve cada vez más crucial. Urovesa, con su enfoque en la innovación y la calidad, se posiciona como un actor clave en este panorama global.
El futuro del Vamtac ST5 en Nueva Zelanda parece prometedor, y su éxito podría abrir la puerta a más oportunidades para Urovesa en otros mercados internacionales. La empresa gallega continúa demostrando que es posible competir en el ámbito global, ofreciendo soluciones efectivas y adaptadas a las necesidades específicas de cada cliente. A medida que se desarrollan las pruebas y se implementan los sistemas de comunicación, el Vamtac ST5 podría convertirse en un referente en la movilidad y seguridad de las fuerzas armadas neozelandesas.