El reciente evento de los Premios del Deporte de La Voz de Galicia se convirtió en un escenario donde el pasado y el presente del fútbol gallego se entrelazaron. En una ceremonia que reunió a figuras destacadas del Deportivo de La Coruña y del Celta de Vigo, se revivieron momentos de rivalidad y camaradería que han caracterizado a ambos clubes a lo largo de los años.
La ceremonia, celebrada en el Museo Santiago Rey Fernández-Latorre, fue un punto de encuentro para Claudio Giráldez, entrenador del Celta, y David Mella, destacado deportista del momento. Ambos recibieron galardones que reconocen su labor y contribuciones al deporte gallego. Giráldez fue premiado como mejor entrenador, mientras que Mella fue reconocido por su destacada actuación en el ámbito deportivo. Este evento marcó la primera vez en siete años que un miembro del Deportivo y el entrenador del Celta compartieron el mismo espacio, lo que subraya la importancia de la ocasión.
El evento no solo celebró a los premiados, sino que también destacó la buena relación entre ambos clubes. Carlos Ballesta, quien recibió el galardón al impulso de cantera para el Deportivo, y Xisela Aranda, consejera del Celta, también fueron reconocidos por sus esfuerzos en el desarrollo de jóvenes talentos. Aranda, en particular, enfatizó la importancia del equipo femenino y su deseo de que las jóvenes de la cantera tengan la oportunidad de brillar en el futuro.
Las palabras de los premiados reflejaron un deseo compartido de ver a ambos clubes en la máxima categoría del fútbol español. David Mella, al recibir su premio, expresó su esperanza de que el Deportivo logre un ascenso, aunque reconoció que el camino es complicado. Giráldez, por su parte, se mostró optimista sobre las posibilidades del Celta, señalando que, aunque la permanencia está virtualmente asegurada, el equipo aspira a más y está trabajando arduamente para construir un futuro sólido.
El evento también fue una oportunidad para reflexionar sobre el papel de la cantera en el desarrollo de los clubes. Ballesta subrayó la importancia de tener paciencia y cariño en el proceso de formación de jóvenes futbolistas. «La cantera es un comodín del que tirar cuando las cosas no funcionan para muchos equipos, pero nosotros creemos en ella y queremos que sea un pilar fundamental», afirmó. Esta visión se alinea con el enfoque de Aranda, quien destacó que el proyecto de As Celtas tiene como objetivo crear oportunidades para las jóvenes futbolistas, asegurando que estén bien cuidadas y preparadas para el futuro.
El ambiente de camaradería y respeto entre los representantes de ambos clubes fue palpable durante la ceremonia. Giráldez, al recibir su premio, se mostró humilde, afirmando que el verdadero mérito recae en los futbolistas y en el club en su conjunto. Esta actitud refleja un cambio positivo en la cultura del deporte gallego, donde la rivalidad se complementa con el respeto mutuo y el deseo de ver a ambos clubes prosperar.
El evento concluyó con un mensaje esperanzador de Giráldez hacia el futuro del fútbol gallego. «Os quiero ver en Primera», dijo, dirigiéndose a los representantes del Deportivo, mientras que Ballesta respondió con un deseo similar para el Celta. Este intercambio simboliza la unión y el deseo de crecimiento que ambos clubes comparten, a pesar de su histórica rivalidad.
En resumen, los Premios del Deporte de La Voz de Galicia no solo celebraron a los mejores del fútbol gallego, sino que también reafirmaron la importancia de la colaboración y el respeto entre los clubes. Con un enfoque en el desarrollo de jóvenes talentos y un deseo compartido de éxito, el futuro del fútbol en Galicia parece prometedor.