Las relaciones comerciales entre Estados Unidos y España han tomado un giro inesperado tras las recientes declaraciones del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. Durante un viaje del presidente español, Pedro Sánchez, a Vietnam y China, Bessent advirtió que establecer una alianza comercial con el gigante asiático podría ser un grave error, comparándolo con «cortarse el cuello». Esta advertencia no solo se dirige a España, sino que también busca alertar a otros países europeos que contemplan estrechar lazos comerciales con Pekín.
La crítica de Bessent se produce en un contexto de creciente tensión comercial entre EE.UU. y China, donde ambos países han impuesto aranceles recíprocos que han afectado a diversas industrias. Según el secretario del Tesoro, el modelo económico chino, que se basa en la exportación de productos de bajo costo, representa un riesgo para las economías europeas, ya que podría inundar el mercado con productos a precios artificialmente bajos, lo que se conoce como dumping.
Bessent enfatizó que los países aliados de EE.UU. deben centrarse en buscar un reequilibrio en la economía china en lugar de depender de ella para sus relaciones comerciales. En su opinión, mirar hacia China en lugar de hacia EE.UU. es una estrategia condenada al fracaso. Esta postura refleja la creciente preocupación de Washington por la influencia económica de Pekín en Europa y su deseo de mantener a sus aliados en una posición favorable frente a las tensiones comerciales.
**La Respuesta de España y la Unión Europea**
A pesar de las advertencias de Bessent, el gobierno español ha tratado de minimizar la gravedad de estas declaraciones. Desde Vietnam, el ministro de Agricultura, Luis Planas, defendió que España actúa en consonancia con la Unión Europea y que su intención de fortalecer las relaciones comerciales con China no disminuye su compromiso de diálogo con EE.UU. para encontrar una solución negociada a la crisis comercial.
Planas subrayó que la búsqueda de nuevas oportunidades comerciales con China es legítima y necesaria, especialmente en un contexto donde la UE también ha implementado medidas de respuesta, como la imposición de aranceles del 25% a 1,600 productos estadounidenses. El ministro lamentó que la administración Trump recurra a amenazas en lugar de fomentar un diálogo constructivo entre socios comerciales que comparten valores y principios.
El titular de Economía, Carlos Cuerpo, también se mostró abierto a la negociación, reconociendo la importancia de proteger la relación entre Europa y EE.UU. y asegurando que España está dispuesta a trabajar en conjunto con sus aliados para abordar las preocupaciones comerciales.
**El Contexto de la Guerra Comercial**
La advertencia de Bessent se produce en un momento crítico, ya que el presidente Trump ha intensificado su enfoque en la «economía real», buscando priorizar la producción nacional y reducir la dependencia de importaciones extranjeras. Esta estrategia ha llevado a un aumento en las tensiones comerciales, no solo con China, sino también con otros aliados tradicionales de EE.UU.
El viaje de Sánchez a China, donde se reunirá con el presidente Xi Jinping, marca un hito significativo, ya que es el primer líder europeo en visitar Pekín desde el inicio de la guerra comercial. Este encuentro podría tener implicaciones importantes para las relaciones comerciales entre España, la UE y China, así como para la postura de EE.UU. hacia sus aliados europeos.
Las tensiones entre EE.UU. y China han llevado a un clima de incertidumbre en el comercio global, y las advertencias de Bessent reflejan la preocupación de Washington por la creciente influencia económica de Pekín. A medida que los países europeos buscan diversificar sus relaciones comerciales, la presión de EE.UU. para que se alineen con sus intereses podría complicar aún más la situación.
En este contexto, la respuesta de España y la UE será crucial para determinar cómo se desarrollarán las relaciones comerciales en el futuro. La capacidad de los líderes europeos para equilibrar sus intereses comerciales con China mientras mantienen una relación sólida con EE.UU. será un desafío significativo en los próximos meses.