La presentadora Silvia Intxaurrondo ha decidido llevar a cabo una acción legal contra RTVE, argumentando que las nuevas condiciones laborales impuestas en su contrato son injustas y perjudiciales. Esta situación se ha originado tras la transformación de ‘La Hora de La 1’ en una producción propia de la Corporación, donde Intxaurrondo continuó trabajando como profesional externa a través de su empresa, Sukun Comunicación S.L. Sin embargo, una inspección de Trabajo en 2023 reveló irregularidades en su contrato mercantil, lo que llevó a RTVE a regularizar su situación y ofrecerle un nuevo contrato como «personal no fijo» con un salario significativamente menor.
**El impacto de la regularización en el contrato de Intxaurrondo**
Cuando ‘La Hora de La 1’ se convirtió en producción propia de RTVE, Intxaurrondo estaba percibiendo un salario anual de hasta 269.000 euros, según datos disponibles en el Portal de Transparencia. Sin embargo, tras la intervención de la Inspección de Trabajo, se determinó que su contrato debía ser regularizado, lo que resultó en una drástica reducción de su salario a aproximadamente 45.000 euros anuales más pluses, conforme al convenio colectivo. Esta reducción no solo afecta su economía, sino que también ha implicado la pérdida de beneficios adicionales, como la autonomía en la creación de contenido y los desplazamientos.
La nueva situación contractual ha obligado a Intxaurrondo a seguir el Código Ético y el Manual de Estilo de RTVE, lo que limita su capacidad para decidir sobre el contenido de sus intervenciones en el programa. Esta pérdida de autonomía y la disminución en su salario son los principales motivos que han llevado a la presentadora a presentar una demanda contra la Corporación, buscando no solo la recuperación de su nivel retributivo anterior, sino también una mayor estabilidad laboral.
**Reacciones de los sindicatos y el contexto laboral en RTVE**
La situación de Intxaurrondo ha generado reacciones dentro de RTVE, especialmente entre los sindicatos. USO RTVE ha emitido un comunicado en el que se destaca que la Inspección de Trabajo ya había intervenido anteriormente tras recibir una denuncia anónima sobre la relación laboral encubierta que existía bajo la contratación externa de la presentadora. Este modelo de contratación ha sido criticado por vulnerar los principios de acceso al empleo público y los mecanismos de control interno establecidos en la normativa del sector público estatal.
El sindicato ha subrayado que la regularización de la situación de Intxaurrondo es un paso necesario, pero también ha denunciado lo que consideran un agravio comparativo dentro de la empresa pública. Según USO, mientras la plantilla de RTVE ha sufrido años de pérdida de poder adquisitivo, algunos perfiles mediáticos, como Intxaurrondo, han disfrutado de condiciones excepcionales que están por encima del convenio y de las tablas salariales vigentes. Esta disparidad ha llevado a los sindicatos a reclamar un cambio en la cultura laboral de RTVE, abogando por un modelo basado en el mérito, la transparencia y el cumplimiento estricto del convenio colectivo.
Además, USO ha enfatizado que RTVE es un servicio público que pertenece a todos los ciudadanos, y que ningún individuo, por famoso que sea, debería estar por encima de la ley o del respeto a los derechos de los trabajadores que sostienen la institución. La crítica se extiende a la situación de los redactores, donde se mantienen abiertas oposiciones con cientos de aspirantes cualificados, mientras que algunos nombres mediáticos continúan recibiendo salarios que multiplican por mucho los de los trabajadores de plantilla.
La demanda de Intxaurrondo y las reacciones de los sindicatos reflejan una problemática más amplia en RTVE, donde las diferencias salariales y las condiciones laborales se han convertido en un tema de debate. La situación de la presentadora no solo pone de manifiesto las tensiones internas en la Corporación, sino que también plantea preguntas sobre la equidad y la justicia en el ámbito laboral dentro de una entidad pública que debería ser un ejemplo de transparencia y responsabilidad.
A medida que se acerca la fecha del juicio, programado para la primavera, la atención se centra en cómo se desarrollará este caso y qué implicaciones tendrá para el futuro de los contratos y las condiciones laborales en RTVE. La lucha de Intxaurrondo podría sentar un precedente importante en la forma en que se gestionan las relaciones laborales en el sector público, especialmente en un contexto donde la transparencia y la equidad son cada vez más demandadas por los trabajadores y la sociedad en general.
