La playa de Riazor se convirtió en el epicentro de la música gallega el pasado viernes, cuando el festival Noroeste trajo consigo una serie de conciertos que hicieron vibrar a los asistentes. Con la participación de artistas destacados como Luar na Lubre, Carlos Ares y Grande Amore, la velada prometía ser una celebración de la cultura musical de la región.
La jornada comenzó con una sesión vermú en el Campo de la Leña, donde Gustavo Almeida calentó el ambiente antes de que los conciertos se trasladaran a la plaza de Azcárraga. Grupos como Roda Door, Leira, McEnroe y Doctor Snob hicieron su aparición en el escenario, pero fue a las 21:00 horas cuando la música de Carlos Ares resonó en el arenal, capturando la atención de un público ansioso por disfrutar de su talento.
Carlos Ares, un artista local, abrió su actuación con la enérgica canción «Días de Perros» y dedicó su concierto a Nonito Pereira, una figura clave en su carrera musical. Durante su presentación, Ares no solo interpretó sus nuevos temas, sino que también recordó su anterior disco, haciendo que el público coreara canciones como «Peregrino» y «Páramos». La conexión entre el artista y su audiencia fue palpable, creando un ambiente de camaradería y celebración.
### La Magia de Luar na Lubre
Sin embargo, el plato fuerte de la noche llegó con Luar na Lubre, un grupo emblemático del folk gallego. Su actuación fue un viaje nostálgico a través de sus clásicos más queridos, como «Chove en Santiago». La banda no escatimó en sorpresas, invitando a los Airiños de Fene a compartir el escenario, lo que añadió un toque especial a la velada. Las emociones se desbordaron con interpretaciones de canciones como «Camariñas» y «O Son do Ar», que resonaron en el corazón de los asistentes, quienes no dudaron en unirse en un canto colectivo.
La atmósfera en Riazor era mágica, con el sonido del mar de fondo y las luces del escenario iluminando la noche. La música no solo llenó el aire, sino que también unió a las personas, creando un sentido de comunidad que es característico de los festivales gallegos. La energía del público se mantuvo alta, y la arena se convirtió en un lugar de baile y celebración.
### Mercado de la Cosecha: Un Espacio para la Cultura Local
Además de los conciertos, el evento también incluyó la inauguración del Mercado de la Cosecha en O Portiño, un espacio dedicado a la promoción de productos locales y la cultura gallega. Este mercado atrajo a decenas de personas interesadas en conocer proyectos como Airas Moniz, Calabizo, Cortes de Muar, y muchos más. Durante toda la tarde, los asistentes pudieron disfrutar de catas y talleres, mientras la música de Rapariga DJ amenizaba el ambiente.
El Mercado de la Cosecha se presenta como una plataforma ideal para dar visibilidad a los emprendedores locales y fomentar el consumo de productos de la región. La combinación de música y gastronomía gallega creó una experiencia enriquecedora para todos los presentes, quienes pudieron disfrutar de lo mejor de la cultura local en un solo lugar.
La jornada culminó con la actuación de Grande Amore, que mantuvo la energía en alto con sus pegajosas melodías. Canciones como «Vou pa Arzúa» y «Pelea» hicieron que el público saltara y bailara, cerrando la noche con broche de oro. La arena de Riazor, que había sido testigo de momentos emotivos y de celebración, se convirtió en un símbolo de la unión y la alegría que la música puede traer a la comunidad.
El festival Noroeste no solo es un evento musical, sino una celebración de la identidad gallega, donde la música, la gastronomía y la cultura se entrelazan para ofrecer una experiencia única. Con cada acorde y cada melodía, los artistas lograron conectar con el público, dejando una huella imborrable en la memoria de todos los asistentes. La música gallega sigue viva y vibrante, y eventos como este son prueba de su relevancia y su capacidad para unir a las personas en torno a una misma pasión.