Repsol ha publicado sus resultados financieros correspondientes a los primeros nueve meses de 2025, revelando un descenso significativo en su beneficio neto. La compañía ha reportado un resultado neto de 1.177 millones de euros, lo que representa una disminución del 34,3% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este descenso se atribuye principalmente a la caída en los precios del petróleo, que ha impactado la valoración de los inventarios de la empresa. A pesar de este panorama adverso, el resultado ajustado, que refleja el desempeño operativo de los negocios, se situó en 2.173 millones de euros, un 19% inferior al de 2024.
La petrolera ha destacado que estos resultados se han logrado en un contexto marcado por la volatilidad de los mercados, la incertidumbre geopolítica y las preocupaciones sobre la sobreoferta de petróleo. Sin embargo, todos los segmentos de negocio de Repsol han mostrado mejoras en sus resultados durante el tercer trimestre en comparación con el mismo periodo del año anterior. En particular, el resultado neto del tercer trimestre se más que duplicó, alcanzando los 574 millones de euros, mientras que el resultado ajustado trimestral creció un 47%, alcanzando los 820 millones de euros, superando las expectativas de los analistas.
En términos de segmentos, el área de Exploración y Producción (Upstream) reportó un resultado ajustado de 1.214 millones de euros entre enero y septiembre, lo que representa un incremento del 5% respecto al año anterior. Este crecimiento se debe a los mayores precios del gas y a la reducción de los costos operativos. Por otro lado, el área Industrial reportó un resultado ajustado de 545 millones de euros, lo que representa una caída del 54,7% en comparación con el mismo periodo de 2024. Sin embargo, en el tercer trimestre, esta área mostró un crecimiento notable del 70,3%, gracias a la normalización de la actividad tras el apagón que afectó a España y Portugal, lo que permitió a la empresa capturar mayores márgenes de refino.
El área de Cliente, que se encarga de la comercialización, también ha mantenido su tendencia de crecimiento, reportando un incremento del 21,3% en sus resultados, alcanzando los 599 millones de euros en los primeros nueve meses del año. Este crecimiento se atribuye a su propuesta de valor multienergética, que ofrece soluciones adaptadas a las necesidades de los clientes en el hogar y la movilidad. En cuanto a la Generación Baja en Carbono, esta área reportó un resultado ajustado de 43 millones de euros durante el mismo periodo.
En lo que respecta a la política de dividendos, Repsol ha distribuido un dividendo bruto en efectivo de 0,50 euros por acción en julio, sumando a los 0,475 euros brutos pagados en enero, lo que eleva el dividendo total en efectivo para 2025 a 0,975 euros brutos por acción, un aumento del 8,3% en comparación con el ejercicio anterior. Durante la Junta General de Accionistas celebrada en mayo, se aprobó la distribución de un dividendo adicional de 0,50 euros brutos por acción, que se abonará en enero de 2026. Este dividendo se complementa con un programa de recompra de acciones por un total de 700 millones de euros en 2025, con el objetivo de reducir el capital. La primera reducción de capital ya se ha llevado a cabo y se espera que la segunda se realice antes de que finalice el año. Para 2026, tras las reducciones de capital, la compañía anticipa distribuir un dividendo bruto que superará el euro por acción.
