La figura del periodista ha sido objeto de debate en los últimos años, especialmente en un contexto donde la libertad de expresión y el acceso a la información se ven amenazados por regulaciones gubernamentales. Pilar Cernuda, una periodista con más de cinco décadas de experiencia, ha compartido sus reflexiones sobre el estado actual del periodismo en España, destacando la importancia de la autorregulación y la necesidad de proteger la integridad de la profesión.
La trayectoria de Cernuda es un testimonio de la evolución del periodismo en España. Desde sus inicios en la Transición, ha sido testigo de cambios significativos en la política y la sociedad. En su opinión, el periodismo debe ser un espacio donde se cuenten historias y se busque la verdad, y no un campo de batalla donde se impongan controles y censuras. La reciente aprobación de un reglamento que limita el acceso a la acreditación de periodistas ha generado preocupación entre los profesionales del sector. Cernuda critica esta medida, argumentando que el Gobierno no debería tener la potestad de decidir quién es un periodista y quién no. Para ella, la autorregulación es clave, y las asociaciones de periodistas son las que deben tener la autoridad para gestionar la profesión.
La periodista también se ha manifestado sobre el artículo 20 de la Constitución, que garantiza el derecho a la libertad de expresión y a recibir información veraz. Según Cernuda, el actual Gobierno ha adoptado una política informativa sectaria, limitando el acceso a la información y dificultando el trabajo de los periodistas. Esta situación ha llevado a un clima de desconfianza y miedo entre los profesionales, quienes sienten que su labor está siendo constantemente vigilada y controlada.
Uno de los puntos más controvertidos de la nueva regulación es la posibilidad de que los periodistas sean espiados si se considera que su trabajo pone en riesgo la seguridad nacional. Cernuda advierte que esta medida podría tener graves implicaciones para la libertad de prensa, ya que podría llevar a la identificación de fuentes y a la revelación de información confidencial. Para ella, la protección de las fuentes es fundamental para el ejercicio del periodismo, y cualquier intento de control por parte del Gobierno es una amenaza directa a la libertad de los ciudadanos.
En su análisis, Cernuda también menciona la reciente reforma sobre los secretos de Estado, que otorga más poder al Gobierno en el manejo de información sensible. Esta medida, según ella, podría resultar peligrosa si se permite que personas ajenas a los servicios de inteligencia tengan acceso a información crítica. La periodista subraya la importancia de mantener un equilibrio entre la seguridad nacional y la transparencia, advirtiendo que un exceso de control puede llevar a situaciones de abuso de poder.
La crítica de Cernuda no se limita al Gobierno actual, sino que también se extiende a la oposición y a la clase política en general. Ella sostiene que el nivel de los políticos ha disminuido en comparación con épocas anteriores, lo que ha llevado a una falta de compromiso con los principios democráticos. En su opinión, la política actual está marcada por la falta de moral y de principios, lo que se traduce en una gestión deficiente de los asuntos públicos.
A pesar de su desencanto con la situación actual, Cernuda mantiene la esperanza de que el periodismo pueda recuperar su esencia y su papel fundamental en la sociedad. Ella cree que es crucial que los periodistas se enfoquen en su trabajo y en la búsqueda de la verdad, en lugar de dejarse influenciar por las redes sociales y las presiones externas. La pasión por la profesión y el deseo de informar son, para ella, las claves para enfrentar los desafíos que se presentan en el futuro.
En un momento en que la libertad de expresión está bajo amenaza, las palabras de Pilar Cernuda resuenan como un llamado a la reflexión sobre el papel del periodismo en la democracia. La necesidad de proteger la integridad de la profesión y de garantizar el acceso a la información veraz es más urgente que nunca. La historia del periodismo en España está marcada por luchas y avances, y es fundamental que los profesionales del sector continúen defendiendo su derecho a informar y a ser informados, sin interferencias ni controles que limiten su labor.