La situación en Gaza ha generado un intenso debate en el Congreso de España, especialmente tras las recientes declaraciones del diputado de Compromís, Alberto Ibáñez. En una rueda de prensa, Ibáñez propuso que España solicite a la ONU la autorización para una intervención militar en Gaza, con el objetivo de proteger a la población palestina que, según él, está siendo «masacrada» por Israel. Esta propuesta ha suscitado reacciones diversas, tanto dentro como fuera del ámbito político español.
### La Propuesta de Intervención Militar
Ibáñez argumentó que los ejércitos deben estar al servicio de la defensa de los derechos humanos, y que la intervención militar debería ser llevada a cabo por una coalición internacional, similar a las fuerzas de cascos azules de la ONU. «Es fundamental que se garantice la seguridad de aquellos que están arriesgando sus vidas para abrir un corredor humanitario en Gaza», afirmó, refiriéndose a los recientes ataques a la Flotilla Sumud, que transportaba ayuda humanitaria a la región.
La propuesta de Ibáñez no ha sido discutida formalmente dentro de su grupo parlamentario, Sumar, y se ha señalado que es una iniciativa personal. Esta falta de consenso ha llevado a que otros miembros de Compromís, como la diputada Águeda Micó, expresen su desacuerdo, argumentando que las intervenciones militares no son la solución adecuada para conflictos tan complejos.
### Reacciones y Consecuencias Políticas
Las declaraciones de Ibáñez han provocado una ola de críticas y defensas. Desde el Gobierno, se ha intentado mantener una postura cautelosa, evitando una ruptura total de relaciones con Israel, a pesar de la creciente presión de sus socios políticos y de la opinión pública. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido claro en su rechazo a la violencia y ha denunciado lo que considera un «genocidio» en Gaza, anunciando un embargo de armas a Israel como medida para frenar la escalada de violencia.
Por otro lado, la propuesta de intervención militar ha sido calificada por algunos como una forma de extremismo político. La acusación de que Israel está cometiendo actos de «nazismo» contra el pueblo palestino ha sido particularmente polémica, y ha llevado a que el Gobierno israelí tache a España de «antisemita». Esta acusación ha llevado al Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel a convocar a su embajadora en España para expresar su descontento.
Internamente, la división en Compromís sobre la intervención militar refleja un debate más amplio sobre cómo abordar la crisis en Gaza. Mientras algunos abogan por medidas más drásticas, otros prefieren soluciones diplomáticas y económicas, como la ruptura de acuerdos comerciales con Israel y la imposición de sanciones.
La situación en Gaza sigue siendo un tema delicado y polarizador en la política española. La propuesta de Ibáñez ha abierto un nuevo frente en el debate sobre la política exterior de España y su papel en la defensa de los derechos humanos a nivel internacional. A medida que la crisis se intensifica, es probable que este tema continúe generando controversia y debate en el Congreso y en la sociedad española en general.