Durante la temporada de verano, muchas personas buscan refrescarse en playas, piscinas y ríos, pero esta diversión puede convertirse en un riesgo si no se toman las precauciones adecuadas. Recientemente, varias organizaciones han lanzado la campaña ‘Con cabeza sí, de cabeza no’, que tiene como objetivo concienciar a los bañistas sobre el peligro de las lesiones medulares provocadas por zambullidas imprudentes. Esta iniciativa es fundamental para prevenir accidentes que pueden cambiar la vida de las personas de manera irreversible.
La campaña, impulsada por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef), la Federación Nacional ASPAYM, Cruz Roja Española y la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, busca educar a la población sobre la importancia de actuar con responsabilidad al disfrutar del agua. Las lesiones medulares son accidentes graves que pueden resultar de un mal salto, especialmente en lugares con poca profundidad o que no se conocen bien.
### Riesgos Asociados a las Zambullidas Imprudentes
Las estadísticas son alarmantes. Según datos del Hospital Nacional de Parapléjicos, el año pasado se registraron tres lesiones graves por zambullidas, todas en hombres de entre 25 y 55 años. Estas lesiones, que ocurrieron a nivel cervical, resultaron en dos casos de tetraplejia completa. La directora del hospital, Mónica Alcobendas, enfatiza que estas son lesiones que cambian la vida de personas jóvenes y que muchas de ellas podrían haberse evitado con una adecuada prevención.
La presidenta de ASPAYM, Mayte Gallego, también subraya la importancia de la prudencia al zambullirse. A menudo, la confianza excesiva puede llevar a decisiones peligrosas. Por ello, es crucial recordar que siempre se debe zambullirse con las manos por delante y nunca en aguas de las que no se conoce la profundidad. Las consecuencias de un mal salto pueden ser devastadoras, incluyendo parálisis y la necesidad de asistencia para toda la vida.
Además, la presidenta de Sermef, Helena Bascuñana, destaca que las lesiones medulares por zambullida son una causa significativa de discapacidades permanentes. Estas lesiones no solo afectan a la persona lesionada, sino que también impactan a su entorno familiar y social. La diversión en el agua no debe hacernos bajar la guardia; es esencial ser conscientes de los riesgos y actuar con responsabilidad.
### Estrategias de Prevención y Seguridad
Para disfrutar del agua de manera segura, los expertos recomiendan seguir ciertas pautas. En primer lugar, es fundamental conocer la profundidad del lugar donde se va a zambullir. Si no se tiene certeza sobre la profundidad, lo mejor es ingresar al agua con los pies primero. Esto permite evaluar la situación y detectar posibles objetos sumergidos que puedan representar un peligro.
La supervisión de niños y adolescentes es otra medida crucial. Siempre deben estar bajo la vigilancia de un adulto responsable cuando realicen actividades acuáticas. Además, el consumo de alcohol debe evitarse antes de zambullirse, ya que puede afectar la capacidad de juicio y aumentar el riesgo de accidentes.
En espacios acuáticos públicos, es vital que haya señalización clara sobre las áreas seguras para zambullirse. La educación sobre los riesgos asociados a las zambullidas debe ser parte de la formación de todos los participantes en actividades acuáticas. La prevención comienza en casa, y es esencial inculcar a los más jóvenes la importancia de actuar con precaución.
En caso de que ocurra una lesión por zambullida, es crucial actuar rápidamente. No se debe mover al lesionado, ya que una movilización incorrecta puede agravar la situación. Es importante mantener a la persona quieta y en la posición en que fue encontrada, mientras se llama a los servicios de emergencia para solicitar ayuda médica. Mantener la calma y asegurar al lesionado hasta que llegue la asistencia profesional es fundamental para evitar complicaciones adicionales.
La campaña ‘Con cabeza sí, de cabeza no’ es un recordatorio de que la prevención salva vidas. Las lesiones medulares son, en muchos casos, evitables, y es responsabilidad de todos actuar con prudencia y conciencia. Disfrutar del verano y de las actividades acuáticas no debe estar reñido con la seguridad. La diversión puede coexistir con la prevención, y es esencial que todos tomemos parte en esta importante causa.