La selectividad, conocida oficialmente como PAU (Prueba de Acceso a la Universidad), es un momento crucial en la vida de muchos estudiantes en Galicia. Cada año, alrededor de 13.000 jóvenes se preparan para enfrentar estos exámenes, que no solo determinan su acceso a la educación superior, sino que también pueden influir en su futuro profesional. La preparación para esta prueba no debe ser un proceso improvisado, sino que debe comenzar mucho antes, idealmente desde la etapa de la ESO. La adquisición de técnicas de estudio efectivas, la organización del tiempo y el desarrollo de hábitos saludables son fundamentales para afrontar este reto con éxito.
La labor de los orientadores educativos es esencial en este proceso. Profesionales como Cristina Albés, que trabaja en el IES de Teis, enfatizan la importancia de preparar a los estudiantes desde etapas tempranas. «La selectividad es una carrera de fondo», afirma Albés, quien destaca que los estudiantes deben acostumbrarse a dedicar tiempo al estudio y a desarrollar habilidades de búsqueda e interpretación de información. Esto les permitirá abordar los exámenes con mayor confianza y seguridad.
### Estrategias de Estudio y Manejo de la Ansiedad
Uno de los aspectos más críticos en la preparación para la selectividad es la gestión del tiempo de estudio. Los orientadores recomiendan que los estudiantes organicen su tiempo de manera efectiva, evitando el conocido «atracón» de estudio justo antes de los exámenes. En lugar de eso, es preferible establecer un horario de estudio que permita un repaso gradual y efectivo del temario. Albés aconseja a los estudiantes que no se agoten la noche anterior al examen, sino que se aseguren de descansar adecuadamente y mantener una alimentación balanceada.
Además de los hábitos de estudio, la gestión de la ansiedad es otro factor clave. La presión por obtener una buena nota puede ser abrumadora, y es aquí donde los orientadores juegan un papel fundamental. «Es importante que los estudiantes aprendan a relajarse y a confiar en su preparación», señala Albés. La práctica de técnicas de relajación y respiración puede ser muy beneficiosa para reducir el nerviosismo antes y durante el examen. Los estudiantes deben aprender a identificar sus miedos y transformarlos en pensamientos positivos, como «he estudiado y estoy preparado».
La preparación también incluye familiarizarse con el formato del examen. Muchos institutos realizan simulacros para que los estudiantes se acostumbren a la estructura de las pruebas y a la forma de responder a las preguntas. Esto no solo les ayuda a sentirse más cómodos, sino que también les permite identificar áreas en las que necesitan mejorar.
### La Importancia de la Presentación y la Claridad
Un aspecto que a menudo se pasa por alto es la presentación de las respuestas en el examen. Los docentes advierten que una buena caligrafía y una presentación ordenada pueden influir en la evaluación. Un texto bien estructurado y legible facilita la tarea del corrector y puede marcar la diferencia en la calificación final. Por ello, se recomienda a los estudiantes que utilicen párrafos y eviten bloques de texto interminables. La claridad en la expresión y el uso de un vocabulario adecuado son esenciales para comunicar correctamente sus ideas.
Además, es fundamental que los estudiantes se tomen el tiempo necesario para leer las preguntas con atención. Esto les permitirá identificar cuáles son las más sencillas y cuáles requieren más tiempo. La planificación previa en las hojas de borrador puede ser una herramienta útil para organizar sus pensamientos y asegurarse de que sus respuestas sean coherentes y relevantes.
La ortografía y la gramática también son aspectos que no deben ser descuidados. Los errores ortográficos pueden afectar significativamente la calificación, incluso en exámenes donde el contenido es excelente. Por lo tanto, se aconseja a los estudiantes que realicen una revisión final de sus respuestas antes de entregarlas, asegurándose de que todo esté correcto y bien presentado.
La selectividad es, sin duda, un desafío importante, pero con la preparación adecuada y el enfoque correcto, los estudiantes pueden enfrentarlo con confianza. La clave está en comenzar a prepararse con antelación, establecer buenos hábitos de estudio, gestionar la ansiedad y prestar atención a la presentación de sus respuestas. Con estas estrategias, los jóvenes estarán mejor equipados para afrontar la PAU y alcanzar sus metas académicas.