La sostenibilidad del sistema de pensiones en España se ha convertido en un tema crucial en los últimos años, especialmente ante el aumento de la esperanza de vida y la disminución de la natalidad. Estos factores han llevado a un incremento en el gasto en pensiones, lo que ha generado un debate sobre la necesidad de realizar ajustes estructurales en el sistema. Con la jubilación masiva de la generación del ‘baby boom’ a la vista, es evidente que se requieren cambios significativos para garantizar la viabilidad del sistema en el futuro.
### Cambios en el Cálculo de la Base Reguladora
A partir del 1 de enero de 2026, la Seguridad Social en España implementará un nuevo método para calcular la base reguladora de las pensiones de jubilación. Este cambio se deriva del Real Decreto-ley 2/2023, que fue promovido por el entonces ministro José Luis Escrivá. La nueva normativa introduce dos fórmulas para calcular la pensión, permitiendo que se utilice la que resulte más beneficiosa para el pensionista.
La primera fórmula es la que ya se utiliza actualmente, que consiste en sumar las bases de cotización de los últimos 25 años (300 meses) y dividir el total entre 350. La segunda opción, que se implementará en 2026, ampliará el periodo de cálculo a 29 años (348 meses), seleccionando las 302 bases más altas y dividiendo el resultado entre 352,33. Este cambio tiene como objetivo beneficiar a aquellos trabajadores que han tenido interrupciones laborales o han estado en contratos temporales, ya que se eliminarán los dos años con las peores cotizaciones del cálculo.
Con el tiempo, se prevé que se vayan añadiendo meses a este cálculo, alcanzando en 2040 un total de 324 bases seleccionadas dentro de un periodo de 348 meses. Este enfoque progresivo busca adaptarse a las realidades laborales cambiantes y ofrecer una mayor equidad en el acceso a pensiones dignas.
### Impacto en los Trabajadores
El nuevo método de cálculo de pensiones tendrá un impacto significativo en los trabajadores, especialmente en aquellos que han tenido trayectorias laborales irregulares. Aquellos que han enfrentado dificultades en su vida laboral, como interrupciones o contratos temporales, verán un beneficio directo en la cuantía de su pensión. Además, los trabajadores con carreras más estables también se beneficiarán, ya que podrán optar por el cálculo que les ofrezca una pensión más alta.
La implementación de estas nuevas fórmulas no solo busca mejorar la situación de los pensionistas actuales, sino que también se anticipa que tendrá un efecto positivo en las futuras generaciones de jubilados. La posibilidad de elegir entre dos métodos de cálculo permitirá que cada individuo obtenga una pensión que refleje de manera más justa su trayectoria laboral.
A medida que se vayan introduciendo cambios en los años siguientes, se espera que el sistema se ajuste para incluir más meses de cotización, lo que podría resultar en pensiones más altas para un mayor número de personas. Por ejemplo, en 2025 se comenzará con 302 meses de cotización, aumentando gradualmente hasta 324 meses en 2040. Este enfoque gradual es esencial para garantizar que el sistema de pensiones se mantenga sostenible y equitativo a largo plazo.
La reforma del sistema de pensiones en España es un paso importante hacia la modernización de un sistema que ha enfrentado críticas y desafíos en los últimos años. La introducción de métodos de cálculo más flexibles y adaptados a la realidad laboral contemporánea es un avance significativo que podría ayudar a mitigar las preocupaciones sobre la viabilidad futura del sistema de pensiones. A medida que la población envejece y las dinámicas laborales cambian, es fundamental que el sistema de pensiones evolucione para satisfacer las necesidades de todos los ciudadanos.
En resumen, los cambios que se implementarán en 2026 en el cálculo de las pensiones representan una oportunidad para mejorar la situación de muchos trabajadores en España. Con un enfoque en la equidad y la sostenibilidad, estas reformas podrían marcar un hito en la historia del sistema de pensiones del país.