La Urbanización Breogán, un barrio que se ha desarrollado a lo largo de los últimos cuarenta años en A Coruña, enfrenta una serie de problemas que han llevado a sus residentes a expresar su descontento con la falta de atención por parte del Concello. Con una población estimada de alrededor de mil personas, los vecinos han comenzado a alzar la voz para exigir mejoras en su entorno, que se encuentra en un estado de abandono evidente.
Uno de los principales reclamos de los residentes es el estado de las aceras, muchas de las cuales están invadidas por matorrales y maleza, obligando a los peatones a descender a la calzada para poder transitar. Noelia Caruncho, una de las vecinas afectadas, ha compartido su frustración: «Las aceras están llenas de matorrales y no se puede pasar por ellas». A pesar de las quejas constantes y las promesas de que se remitirían a Medio Ambiente, los residentes sienten que sus preocupaciones no han sido atendidas de manera adecuada.
El Concello ha respondido a estas quejas afirmando que se han realizado inversiones significativas en la zona, incluyendo obras de saneamiento y la construcción de una pista multideporte, que suman más de 750.000 euros. Sin embargo, los vecinos argumentan que estas acciones no son suficientes y que la falta de mantenimiento regular es evidente. Aseguran que, aunque se han realizado algunas obras, la situación general del barrio sigue siendo insatisfactoria.
### Abandono y Edificios en Desuso
Uno de los puntos más críticos que han señalado los residentes es la presencia de edificaciones abandonadas, que han sido objeto de vandalismo y se han convertido en lugares de encuentro para jóvenes que realizan botellones. Un edificio que alguna vez se pensó como centro social ha permanecido en desuso durante años, y los vecinos proponen que estas estructuras sean rehabilitadas para albergar equipamientos comunitarios o comercios. Sin embargo, han recibido respuestas negativas sobre la posibilidad de expropiación, lo que agrava aún más su sensación de abandono.
Además, los problemas de limpieza en el barrio son evidentes. Los residentes han denunciado que las calles menos transitadas se utilizan como vertederos improvisados, con basura que no es retirada por el servicio municipal. Este descuido se suma a la falta de mantenimiento de las calles, que presentan un estado de deterioro notable. La situación se agrava con la vegetación descontrolada que no solo afecta a las aceras, sino también a las fincas vacías, tanto de propiedad privada como municipal.
El transporte público también ha sido un tema de preocupación para los vecinos. Las líneas de autobús 23 y 23A solo pasan cada cuarenta minutos, lo que dificulta el acceso a los campus universitarios y hospitales cercanos. A pesar de las solicitudes para mejorar la conectividad, como la creación de una nueva línea que conecte con O Birloque, Mesoiro y Feáns, estas propuestas han sido rechazadas. Asimismo, la petición de instalar una estación de BiciCoruña fue calificada de «inviable», lo que ha dejado a los residentes frustrados por la falta de opciones de transporte.
### Demandas de los Residentes
Los vecinos de la Urbanización Breogán han presentado una serie de demandas al Concello, que incluyen la construcción de aceras adecuadas, la mejora del transporte público y la limpieza regular de las calles. También han solicitado la instalación de un contenedor de aceite doméstico y la retirada de una colmena de abejas que se encuentra en un contenedor de papel, pero estas peticiones han sido desestimadas.
El sentimiento general entre los residentes es que su barrio ha sido olvidado por las autoridades locales. A pesar de que el Concello asegura mantener una relación fluida con la asociación de vecinos, muchos residentes afirman no conocer a los miembros de dicha asociación y sienten que sus voces no están siendo escuchadas. La falta de acción y el estado de abandono han llevado a los vecinos a organizarse y hacer un llamado a la acción, con la esperanza de que sus demandas sean finalmente atendidas.
La situación en la Urbanización Breogán es un reflejo de los desafíos que enfrentan muchas comunidades en áreas urbanas, donde la falta de atención y mantenimiento puede llevar a un deterioro significativo de la calidad de vida. Los residentes continúan luchando por un entorno más seguro y habitable, esperando que sus esfuerzos no caigan en oídos sordos.