La reciente venta del edificio de la congregación de religiosas de María Inmaculada en Puerta Real ha generado un gran interés en A Coruña. Este inmueble, que ha estado desocupado desde 2019, ha sido adquirido por el empresario José Antonio Souto Meizoso, conocido por su participación en importantes proyectos inmobiliarios en la ciudad. La transacción, que se formalizó a principios de julio de 2025, marca un nuevo capítulo para un edificio que ha tenido un papel significativo en la comunidad local desde su construcción en 1971.
### Un Edificio con Historia y Futuro Incierto
El edificio de Puerta Real, que se extiende sobre una superficie construida de 6.390 metros cuadrados, ha sido un lugar emblemático que albergó una residencia femenina y un colegio mayor. Sin embargo, su futuro es incierto debido a las restricciones urbanísticas que limitan su uso. Según la normativa vigente, el inmueble tiene un uso dotacional, lo que significa que está destinado a fines asistenciales, como la atención a la juventud, la infancia y personas con movilidad reducida. Esto excluye la posibilidad de convertirlo en un hotel o en viviendas, algo que ha sido reafirmado por el Gobierno local en varias ocasiones.
La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, ha dejado claro que no se promoverá ninguna modificación en el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) que rige el uso del edificio. En 2019, cuando se conoció el interés de un fondo de inversión por adquirir el inmueble, Rey afirmó que el objetivo era mantener su uso dotacional y asistencial. «Lo que no se va a hacer es un hotel. Eso de entrada. El Pepri no lo permite, y no se va a modificar para eso», declaró. Esta postura ha sido respaldada por la comunidad, que ve en el edificio una oportunidad para revitalizar la zona con un enfoque en el bienestar social.
### El Empresario Detrás de la Compra
José Antonio Souto Meizoso, el nuevo propietario del edificio, es un nombre conocido en el sector inmobiliario de A Coruña. Ha estado involucrado en varios proyectos destacados, incluyendo el centro comercial Marineda City y el hotel DoubleTree by Hilton. Su experiencia en el sector podría ser un factor clave en la futura rehabilitación del edificio de Puerta Real, aunque las limitaciones de uso podrían complicar sus planes.
La compra se realizó a través de la sociedad limitada Eurocrunia Invests, donde Souto figura como administrador único. Este movimiento ha suscitado especulaciones sobre sus intenciones, especialmente dado que el edificio ha estado vacío desde que las religiosas se mudaron en 2019, llevándose consigo muebles y otros elementos que lo identificaban como un lugar de culto.
La transacción se produce en un contexto donde la ciudad de A Coruña busca revitalizar su casco antiguo y fomentar el desarrollo de proyectos que beneficien a la comunidad. Sin embargo, la falta de flexibilidad en la normativa urbanística plantea un desafío significativo para Souto y su equipo, quienes deberán encontrar una manera de adaptar el edificio a los usos permitidos.
### Implicaciones para la Comunidad Local
La venta del edificio de Puerta Real no solo es un cambio en la propiedad, sino que también tiene implicaciones más amplias para la comunidad de A Coruña. La decisión de mantener el uso dotacional del inmueble refleja un compromiso por parte del Gobierno local para preservar espacios que beneficien a la población vulnerable. Esto es especialmente relevante en un momento en que muchas ciudades enfrentan presiones para convertir espacios históricos en alojamientos turísticos o desarrollos comerciales.
La comunidad ha expresado su deseo de que el edificio se rehabilite para servir a fines asistenciales, lo que podría incluir la creación de una residencia o un centro de atención para jóvenes y ancianos. La posibilidad de que el edificio se convierta en un espacio que fomente la inclusión y el apoyo social es vista como una oportunidad para fortalecer el tejido social de la Ciudad Vieja.
En resumen, la venta del edificio de Puerta Real a José Antonio Souto Meizoso representa un momento crucial para A Coruña. A medida que la ciudad navega por los desafíos del desarrollo urbano y la preservación del patrimonio, el futuro de este emblemático inmueble será un tema de interés tanto para los ciudadanos como para los responsables políticos. La forma en que se gestione esta propiedad podría sentar un precedente para futuras iniciativas en la ciudad, marcando un camino hacia un desarrollo más sostenible y centrado en la comunidad.