La situación económica en Galicia sigue siendo un tema de preocupación, especialmente en lo que respecta a los ingresos de sus habitantes. Según los datos más recientes de la Agencia Tributaria, el número de gallegos que no perciben ingresos ha permanecido estancado, sin alcanzar los niveles previos a la pandemia de COVID-19. En 2023, un total de 79.792 personas en Galicia declararon tener un resultado negativo o cero ingresos, lo que representa una ligera disminución en comparación con el año anterior, pero aún muy por encima de las cifras de 2019, cuando solo 70.083 gallegos se encontraban en esta situación.
La crisis sanitaria tuvo un impacto significativo en la economía, disparando el número de personas sin ingresos hasta un récord de 86.553 en 2020. Aunque ha habido una ligera recuperación en los años siguientes, la tendencia se ha estancado en 2023, lo que plantea interrogantes sobre la efectividad de las políticas económicas implementadas para ayudar a los más vulnerables.
### Desigualdad en los Ingresos: Un Análisis de los Superricos
En el otro extremo de la escala de ingresos, la situación es igualmente preocupante. Galicia cuenta actualmente con 559 contribuyentes que declaran ingresos superiores a los 601.000 euros anuales, lo que representa una caída del 3,4% en comparación con el año anterior. A pesar de esta ligera disminución, el número de ‘superricos’ ha crecido notablemente en las últimas dos décadas. En 2008, en medio de la crisis financiera global, solo había 259 contribuyentes en este rango. Esta cifra aumentó a 417 durante el inicio de la pandemia y ha continuado creciendo, superando los 500 en años recientes.
Por otro lado, el segundo tramo más alto de ingresos, que incluye a quienes declaran entre 150.000 y 601.000 euros anuales, ha visto un aumento significativo. En 2023, el número de declarantes en este grupo creció un 12,3%, acercándose a los 6.000. Este repunte se interpreta como una señal de recuperación parcial entre las rentas altas, lo que contrasta con la situación de los tramos más bajos.
La polarización de los ingresos en Galicia es evidente. Aproximadamente el 20% de los declarantes del IRPF en la región perciben rentas anuales de entre 12.000 y 21.000 euros, mientras que otro 20% se sitúa en el tramo de entre 30.000 y 60.000 euros. Además, los colectivos con ingresos entre 6.000 y 12.000 euros también han crecido un 12,3%, lo que indica que, aunque hay un aumento en las declaraciones, la desigualdad persiste.
### Aumento en las Declaraciones de la Renta
En 2023, Galicia registró un total de 1.480.315 liquidaciones del IRPF, lo que representa un incremento de 57.000 declaraciones en comparación con el año anterior. Este aumento puede atribuirse a varios factores, incluyendo la recuperación parcial del empleo y el aumento del salario mínimo interprofesional, que ha llevado a más gallegos a estar obligados a presentar su declaración de la renta. Sin embargo, a pesar de este aumento en el número de declaraciones, la polarización de los ingresos sigue siendo un problema significativo.
Las retribuciones que se reflejan en estas estadísticas corresponden únicamente a rendimientos del trabajo, como salarios, pensiones y prestaciones por desempleo. Otras fuentes de ingresos, como actividades económicas o rentas del capital, no están incluidas en estos datos, lo que podría ofrecer una imagen aún más compleja de la situación económica en Galicia.
A nivel nacional, la tendencia es similar. El número de declarantes sin ingresos en España sigue por encima de los niveles previos a la pandemia, y la recuperación de los tramos más bajos de renta avanza de manera lenta y desigual entre las diferentes comunidades autónomas. Por su parte, el número de contribuyentes con ingresos superiores a 601.000 euros también ha experimentado una ligera caída, aunque las cifras siguen siendo superiores a las registradas antes de la crisis sanitaria.
La situación económica en Galicia refleja un panorama de desigualdad y estancamiento que requiere atención urgente. Las políticas económicas deben enfocarse en abordar estas disparidades y fomentar un crecimiento inclusivo que beneficie a todos los sectores de la población. La recuperación económica no puede ser solo un fenómeno que beneficie a los más ricos, sino que debe incluir a aquellos que aún luchan por salir de la pobreza y la precariedad.