La historia de Javier Muñoz-Calero es un testimonio de cómo la pasión y la perseverancia pueden transformar la vida de una persona. Nacido en Madrid en 1978 y nieto del famoso empresario Vicente Calderón, su camino hacia la cocina no fue convencional. Desde una temprana edad, Muñoz-Calero se sintió fuera de lugar en el sistema educativo tradicional, lo que lo llevó a descubrir que tenía dislexia. Este diagnóstico no solo aclaró su confusión mental, sino que también se convirtió en un catalizador para su creatividad en la cocina.
La carrera de Muñoz-Calero ha estado marcada por una serie de experiencias internacionales que han moldeado su visión gastronómica. Desde Suiza hasta Francia y Tailandia, cada etapa de su formación le ha permitido desarrollar un estilo único que combina técnicas clásicas con influencias contemporáneas. Su restaurante, Ovillo, inaugurado en 2019 en Madrid, es un reflejo de su trayectoria y de su compromiso con la sostenibilidad y la cocina de aprovechamiento.
### La Filosofía de la Cocina de Aprovechamiento
En Ovillo, Muñoz-Calero ha implementado una filosofía de cocina de aprovechamiento que busca maximizar el uso de cada ingrediente, minimizando el desperdicio. Esta práctica no es solo una tendencia, sino una convicción profundamente arraigada en su enfoque culinario. El chef considera que cada parte de un ingrediente tiene un valor y puede ser transformada en un componente valioso de un plato. Por ejemplo, utiliza cáscaras de piña, espinas de pescado y partes menos nobles de la carne para crear sabores intensos y sorprendentes.
La cocina de aprovechamiento se convierte en un arte en manos de Muñoz-Calero, quien ha aprendido a ver el potencial en lo que otros podrían considerar desechos. Este enfoque no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también enriquece la experiencia gastronómica de los comensales, quienes pueden disfrutar de platos elaborados con ingredientes que, de otro modo, habrían sido descartados. En Ovillo, cada plato cuenta una historia, y cada bocado es una celebración de la creatividad y la sostenibilidad.
### Un Espacio Gastronómico Único
El restaurante Ovillo se encuentra en una antigua fábrica de marroquinería en el distrito de Chamartín, Madrid. Con una capacidad para 70 comensales y un equipo de 20 personas, el espacio ha sido diseñado para ofrecer una experiencia gastronómica única. La estética industrial, combinada con elementos románticos y luminosos, crea un ambiente acogedor y relajado, donde los clientes pueden disfrutar de su comida sin prisas.
El menú de Ovillo es una representación de la creatividad de Muñoz-Calero, con opciones que varían desde un menú de 8 pases hasta uno de 12, cada uno diseñado para llevar a los comensales en un viaje a través de sabores y texturas. Platos destacados incluyen la vieira gratinada sobre crema de castañas y un gazpacho de tomate amarillo con higos secos. Además, el restaurante ha sido galardonado con el Premio a los Mejores Callos del Mundo 2022, un testimonio de la calidad y la innovación que caracteriza su cocina.
La experiencia en Ovillo va más allá de la comida. El chef ha implementado una iniciativa que permite a los clientes llevarse a casa el compost generado en la cocina, cerrando así el ciclo de los residuos orgánicos. Esta práctica no solo involucra a los comensales en el proceso de sostenibilidad, sino que también les permite ser parte activa de la filosofía del restaurante.
### La Influencia de la Dislexia en su Creatividad
La dislexia ha sido un factor determinante en la vida de Muñoz-Calero, transformando lo que podría haber sido un obstáculo en una ventaja creativa. Desde su infancia, la sensación de no encajar en el sistema educativo tradicional le generó frustración, pero el diagnóstico de dislexia le permitió entender su forma única de pensar. En lugar de ver su dislexia como una limitación, Muñoz-Calero la ha abrazado como una parte integral de su identidad como chef.
Este enfoque ha influido en su estilo culinario, permitiéndole pensar fuera de lo convencional y experimentar con sabores y técnicas de manera innovadora. La cocina se ha convertido en su medio de expresión, un lugar donde puede canalizar su creatividad y ofrecer a los comensales una experiencia que va más allá de lo gastronómico. En Ovillo, cada plato es una manifestación de su viaje personal y profesional, un testimonio de cómo la adversidad puede ser transformada en arte.
### Un Legado Gastronómico
Javier Muñoz-Calero no solo ha creado un restaurante, sino un legado gastronómico que desafía las normas y promueve la sostenibilidad. Su compromiso con la cocina de aprovechamiento y su enfoque innovador han resonado en la comunidad gastronómica, inspirando a otros chefs a reconsiderar su relación con los ingredientes y el desperdicio. Ovillo se ha convertido en un referente en Madrid, no solo por su propuesta culinaria, sino también por su filosofía de vida.
La historia de Muñoz-Calero es un recordatorio de que la pasión y la perseverancia pueden llevar a grandes logros. Su trayectoria es un ejemplo de cómo la creatividad puede florecer incluso en las circunstancias más desafiantes. A través de su cocina, ha demostrado que es posible crear un impacto positivo en el mundo, un plato a la vez.