La Gran Barrera de Coral, reconocida como la estructura viva más grande del planeta y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se enfrenta a su mayor declive histórico, según un reciente informe de científicos australianos. Este estudio revela que las zonas norte y sur del arrecife han experimentado una disminución alarmante en la cobertura coralina, con cifras que alcanzan un 24,8% y un 30,6% respectivamente. Esta caída es la más pronunciada en los últimos 39 años, lo que pone de manifiesto la grave crisis que atraviesa este ecosistema vital.
El análisis, llevado a cabo por el Instituto Australiano de Ciencia Marina, abarcó 124 arrecifes entre agosto de 2024 y mayo de 2025. Los resultados indican que el blanqueamiento coralino ha alcanzado niveles de «alta a extrema» prevalencia en las tres regiones del arrecife. Este fenómeno, que se ha intensificado en los últimos años, se atribuye principalmente a la mortalidad provocada por el blanqueamiento masivo de 2024, un evento exacerbado por el impacto de ciclones, inundaciones y la proliferación de estrellas de mar corona de espinas.
El blanqueamiento de los corales es un proceso devastador que ocurre cuando las temperaturas del agua aumentan, llevando a los corales a expulsar las algas simbióticas que les proporcionan color y nutrientes. Durante el verano austral de 2025, las temperaturas del agua se situaron entre 1 y 2.5 grados por encima de la media, lo que ha llevado a los científicos a advertir sobre niveles de estrés térmico sin precedentes en la Gran Barrera de Coral. Mike Emslie, jefe del programa de monitoreo del instituto, ha señalado que se está observando una «mayor volatilidad en los niveles de cobertura de coral duro», lo que indica un ecosistema que se encuentra bajo una presión extrema.
### La Amenaza del Cambio Climático y la Sobrepesca
La situación de la Gran Barrera de Coral es un claro reflejo de los efectos del cambio climático y la sobrepesca. Desde 2016, el arrecife ha sufrido seis episodios de blanqueamiento masivo, y estos eventos se están volviendo cada vez más frecuentes a medida que el planeta se calienta. Los científicos advierten que el hábitat podría estar alcanzando un «punto de no retorno», donde los corales no logran recuperarse a tiempo entre eventos catastróficos, lo que podría llevar a la desaparición de este ecosistema único.
La presión sobre la Gran Barrera de Coral no solo proviene del calentamiento global, sino también de la actividad humana, como la sobrepesca y la contaminación. La pesca excesiva ha alterado el equilibrio de la vida marina, afectando a las especies que son esenciales para la salud del arrecife. Además, el uso de fertilizantes y productos químicos en la agricultura ha contribuido a la contaminación de las aguas circundantes, lo que agrava aún más la situación.
Ante esta crisis, los científicos han hecho un llamado urgente a la implementación de políticas ambientales más estrictas. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero es fundamental para mitigar el calentamiento global y sus efectos devastadores sobre los ecosistemas marinos. Asimismo, se requiere una mayor investigación para desarrollar estrategias de adaptación y recuperación de los arrecifes, que permitan a la Gran Barrera resistir los impactos del cambio climático.
### La Resistencia de Australia y el Futuro de la Barrera Coralina
A pesar de la gravedad de la situación, Australia ha estado presionando durante años para evitar que la Gran Barrera de Coral sea incluida en la lista de Patrimonio en peligro de la UNESCO. Las autoridades australianas argumentan que tal designación podría afectar negativamente al turismo, un sector que contribuye significativamente a la economía del país, generando aproximadamente 6.400 millones de dólares australianos anuales.
Sin embargo, la protección de la Gran Barrera de Coral es crucial no solo para la biodiversidad marina, sino también para la salud del planeta en su conjunto. La pérdida de este ecosistema tendría repercusiones no solo para las especies que dependen de él, sino también para las comunidades humanas que dependen de la pesca y el turismo relacionados con el arrecife.
La situación actual de la Gran Barrera de Coral es un llamado de atención sobre la necesidad de actuar con urgencia para proteger nuestros océanos y el medio ambiente. La combinación de políticas efectivas, investigación científica y la colaboración internacional será esencial para garantizar la supervivencia de este invaluable patrimonio natural. La Gran Barrera de Coral no solo es un símbolo de la belleza natural de nuestro planeta, sino también un indicador de la salud de nuestros océanos y, por ende, de la salud de la Tierra misma.