La situación laboral en Galicia ha experimentado cambios significativos en los últimos años, especialmente en lo que respecta a los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Estos mecanismos, que se implementaron de manera más prominente durante la crisis del COVID-19, han sido cruciales para la estabilidad económica de muchas familias en la región. A medida que la economía se recupera, es esencial analizar cómo han evolucionado estos procesos y su impacto en el mercado laboral gallego.
**Impacto de los ERTE en el Mercado Laboral Gallego**
Durante la pandemia, los ERTE se convirtieron en una herramienta vital para proteger el empleo. En Galicia, se registraron cerca de 196,619 trabajadores que se beneficiaron de estas regulaciones, lo que representó casi el 20% de la población ocupada en ese momento. Este mecanismo permitió a las empresas reducir costos sin recurrir a despidos masivos, lo que ayudó a mantener la estabilidad en el mercado laboral. Sin embargo, a medida que la situación ha ido mejorando, el número de trabajadores afectados por ERTE ha disminuido drásticamente. En el primer cuatrimestre de 2025, solo 341 trabajadores se vieron involucrados en procesos de regulación de empleo, lo que representa una caída del 86.5% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El descenso en el uso de ERTE se debe a varios factores, incluyendo la recuperación económica y la disminución de la incertidumbre en las cadenas de suministro. Sin embargo, a pesar de esta mejora, la situación sigue siendo delicada, ya que la economía global enfrenta nuevos desafíos, como el aumento de la inflación y las tensiones geopolíticas. En este contexto, es crucial que las empresas y los trabajadores se adapten a las nuevas realidades del mercado laboral.
**Desafíos y Cambios en la Regulación de Empleo**
A pesar de la disminución en el uso de ERTE, los ERE siguen siendo una preocupación importante en Galicia. En el primer cuatrimestre de 2025, se registraron 54 despidos colectivos, lo que representa un aumento del 40.7% en comparación con el año anterior. Este aumento en los despidos colectivos se ha visto impulsado por la situación económica, donde muchas empresas se ven obligadas a ajustar sus plantillas para sobrevivir. La industria manufacturera y la hostelería son los sectores más afectados, con miles de trabajadores involucrados en procesos de regulación de empleo.
El Tribunal Supremo ha abordado recientemente el tema de las indemnizaciones por despido, reafirmando que la indemnización por despido improcedente no puede ser incrementada judicialmente. Esta decisión ha generado un debate sobre la protección de los derechos de los trabajadores y la necesidad de una reforma en la legislación laboral. La ministra de Trabajo ha subrayado la importancia de proteger a los trabajadores, lo que indica que el compromiso con la reforma del despido sigue siendo una prioridad.
La situación actual plantea una serie de desafíos para los trabajadores y las empresas en Galicia. La incertidumbre económica y la posibilidad de nuevos despidos colectivos requieren una atención constante por parte de las autoridades laborales y de los sindicatos. Además, es fundamental que se implementen políticas que fomenten la estabilidad en el empleo y protejan los derechos de los trabajadores en este entorno cambiante.
En resumen, la evolución de los ERE y ERTE en Galicia refleja un panorama laboral en constante cambio. A medida que la economía se recupera, es esencial que tanto las empresas como los trabajadores se adapten a las nuevas realidades del mercado laboral. La colaboración entre los diferentes actores del mercado laboral será clave para garantizar un futuro más estable y justo para todos.