En la costa de Galicia, específicamente en Ferrol, se encuentra un lugar que combina historia, leyenda y belleza natural: la ermita de Santa Comba, situada en la pequeña isla de Illa do Medio. Este emblemático edificio no solo es un ejemplo destacado del románico gallego, sino que también es un destino de peregrinación que atrae a visitantes cada año, especialmente durante la romería que se celebra el último domingo de julio. Sin embargo, su acceso es un desafío que solo se puede realizar durante la bajamar, lo que añade un aire de misterio y aventura a la visita.
**Historia y Orígenes de la Ermita**
La historia de la ermita de Santa Comba se remonta a tiempos antiguos. Según investigaciones arqueológicas realizadas por la Universidade da Coruña y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el área donde se encuentra la ermita albergó un castro, un asentamiento fortificado de la época prerromana, que fue abandonado en el siglo I d.C. A partir del año 868, se tienen registros de la existencia de una iglesia en la zona, aunque la actual ermita no aparece documentada hasta el año 1100.
La construcción de la ermita es un ejemplo de la arquitectura románica, caracterizada por su simplicidad y robustez. Su planta rectangular y su tejado a dos aguas han resistido el paso del tiempo y los embates del mar. A lo largo de los siglos, el edificio ha sido objeto de varias reformas, destacando la incorporación de un arco mudéjar en el siglo XIII y otras modificaciones en el siglo XVI. Esta mezcla de estilos arquitectónicos refleja la rica historia cultural de Galicia y su evolución a lo largo de los años.
**Acceso y Desafíos para los Visitantes**
El acceso a la ermita de Santa Comba es una experiencia única, ya que solo es posible durante la bajamar. Para llegar, los visitantes deben partir desde Ferrol y seguir una carretera que conduce a las playas cercanas. Una vez en el aparcamiento, se puede observar la ermita en la distancia, erguida sobre el islote. Sin embargo, el camino hacia la isla no es sencillo. A los pies de la isla se forman pozas que dificultan el paso, y las escaleras que conducen a la ermita, construidas de hormigón y madera, pueden ser resbaladizas debido a la humedad.
En 2010, un temporal causó daños significativos en las escaleras, dejando a la isla incomunicada. A pesar de este obstáculo, los devotos y vecinos no se rindieron y encontraron formas creativas de acceder al lugar, incluso utilizando cuerdas para escalar el acantilado. En 2018, se construyó una nueva instalación de acceso, aunque fue criticada por no ser accesible para personas con movilidad reducida. A pesar de estos desafíos, la visita a la ermita es una experiencia gratificante que combina la belleza del paisaje gallego con la historia y la espiritualidad del lugar.
**Leyendas y Mitos Asociados**
La isla de Illa do Medio no solo es conocida por su ermita, sino también por las leyendas que la rodean. Se dice que en tiempos antiguos, la isla formaba parte de una península junto a otras dos islas. La leyenda más popular cuenta que unos marineros llegaron a la isla en una barca de piedra y decidieron construir la iglesia allí, ya sea por devoción o por haber sobrevivido a una tormenta. Sin embargo, se sugiere que esta leyenda podría no ser originaria de Galicia, sino que podría haber llegado de regiones como Bretaña o Irlanda.
Además, cerca de la ermita hay un bloque de piedra que se asemeja a una barca, lo que ha alimentado aún más las historias y mitos locales. Este bloque es considerado un sarcófago de piedra de época castreña, lo que añade un elemento arqueológico a la rica narrativa del lugar.
**La Playa de Santa Comba**
Para aquellos que visitan la ermita, el viaje no estaría completo sin una parada en la playa de Santa Comba. Este arenal de un kilómetro y medio de longitud es conocido por sus impresionantes dunas y su ambiente semivirgen. La playa es popular entre los amantes del surf y otros deportes acuáticos, gracias a sus fuertes oleajes y vientos. Además, el Cabo Prior, que se encuentra en el margen izquierdo de la playa, es un lugar histórico que ha sido testigo de numerosos naufragios a lo largo de los años.
La combinación de la ermita de Santa Comba, la playa y el entorno natural que la rodea hace de este lugar un destino imperdible para quienes buscan una experiencia que mezcle historia, espiritualidad y belleza natural en la costa gallega. La visita a este rincón de Galicia no solo es un viaje a través del tiempo, sino también una oportunidad para conectar con la naturaleza y disfrutar de la tranquilidad que ofrece este paraje único.