La situación en la Franja de Gaza ha alcanzado un punto crítico, donde la violencia y la diplomacia se entrelazan en un escenario internacional cada vez más complejo. A medida que Israel intensifica su ofensiva militar, que ha resultado en la muerte de miles de personas, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se prepara para un momento crucial en la Asamblea General de la ONU. Este evento podría marcar un cambio significativo en el reconocimiento del Estado palestino, con varios países dispuestos a dar un paso adelante en su apoyo.
La próxima semana, se espera que una decena de naciones reconozcan oficialmente al Estado de Palestina durante la Asamblea General de la ONU. Este acto simbólico podría ser un triunfo diplomático para los palestinos, quienes han enfrentado una serie de desafíos en el ámbito internacional. La ministra de Exteriores de la ANP, Varsen Aghabekian, ha enfatizado la necesidad de que los estados actúen de manera concreta para ayudar a Palestina a alcanzar su independencia, en lugar de limitarse a emitir condenas o declaraciones de apoyo.
El reconocimiento de Palestina por parte de países como Francia, Bélgica, Canadá, Malta, Australia, Luxemburgo, Andorra, Portugal y el Reino Unido, representa un cambio en la dinámica del conflicto. Estos países han expresado su intención de actuar en un momento en que la violencia israelí ha alcanzado niveles alarmantes, con más de 65,000 muertos en Gaza y un aumento de las agresiones en Cisjordania. La presión internacional sobre Israel se intensifica, y el reconocimiento de Palestina podría ser visto como una respuesta a la creciente preocupación por la situación humanitaria en la región.
### La Resistencia de Israel y la Respuesta Internacional
A pesar de la presión internacional, las autoridades israelíes se mantienen firmes en su postura de no permitir la creación de un Estado palestino. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha reiterado su rechazo a cualquier forma de reconocimiento, afirmando que no habrá un Estado palestino bajo su gobierno. Esta negativa se ve respaldada por un discurso que considera el reconocimiento como un premio para Hamas, el grupo que controla Gaza y que ha sido objeto de ataques por parte de Israel.
En respuesta a la posibilidad de un reconocimiento internacional, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, ha propuesto un plan para anexar el 82% de Cisjordania, un territorio que ya ocupa de manera ilegal. Esta propuesta refleja la determinación de Israel de consolidar su control sobre la región, a pesar de las condenas internacionales y las resoluciones de la ONU que abogan por una solución pacífica al conflicto.
La situación se complica aún más con la negativa de Estados Unidos a otorgar visados a los diplomáticos de la ANP que planean asistir a la Asamblea General. Esta decisión ha sido criticada por expertos de la ONU, quienes argumentan que viola las obligaciones internacionales de respeto hacia todos los individuos invitados a la sede de Nueva York. Sin embargo, la Asamblea General ha aprobado una resolución que permitirá al presidente palestino, Mahmud Abbas, participar por videollamada, lo que podría facilitar su presencia en un momento tan crucial.
### Movilización Social y Demandas de Justicia
Mientras tanto, la sociedad civil en España ha comenzado a movilizarse en apoyo a los palestinos. Recientemente, se llevaron a cabo concentraciones en varias ciudades españolas, donde se exigió el fin de lo que muchos consideran un genocidio en Gaza. La Plataforma Parar la Guerra organizó estas manifestaciones, rindiendo homenaje a los sanitarios que trabajan en la Franja y demandando una respuesta unificada de la clase política ante la crisis humanitaria.
El portavoz de la plataforma, Joanen Cunyat, destacó la importancia de que los representantes políticos respondan a la creciente movilización social. Las concentraciones, que se llevaron a cabo en ciudades como Madrid, Valencia y Barcelona, vieron a grupos de sanitarios con batas blancas y manos pintadas de rojo, coreando consignas como «No al genocidio» y «Alto el fuego, ya». Este tipo de movilización refleja un cambio en la percepción pública sobre el conflicto y la necesidad de una respuesta más contundente por parte de los gobiernos.
La situación en Gaza y la lucha por el reconocimiento del Estado palestino continúan siendo temas candentes en la agenda internacional. A medida que se acerca la Asamblea General de la ONU, el mundo observa con atención cómo se desarrollarán los acontecimientos y qué impacto tendrán en el futuro del conflicto israelí-palestino. La combinación de la presión diplomática y la movilización social podría ser clave para determinar el rumbo de la región en los próximos meses.
