La cocina casera ha sido un pilar fundamental en la cultura gastronómica de muchas sociedades. Sin embargo, en la actualidad, parece que este arte se encuentra en un punto de inflexión. La cocinera María Lo, ganadora de la décima edición de MasterChef, comparte su perspectiva sobre la evolución de la cocina y la importancia de volver a las raíces. En una reciente entrevista, Lo reflexiona sobre cómo el ritmo acelerado de la vida moderna ha afectado nuestra relación con la comida y la cocina.
**El Valor de la Cocina Casera**
María Lo sostiene que la cocina es un «lenguaje de amor» que se ha perdido en la vorágine de la vida contemporánea. «Antes se comía siempre bien, o casi siempre; ahora nos cuesta más», afirma. Este cambio, según ella, está relacionado con nuestras prioridades y el tiempo que dedicamos a cocinar. La cocinera recuerda con cariño las enseñanzas de su padre, un inmigrante hongkonés que le transmitió la pasión por la cocina. «Preparar un plato para alguien puede ser un acto de amor», dice, enfatizando la necesidad de volver a poner cariño en lo que cocinamos.
La falta de tiempo es una excusa común que muchos utilizan para justificar la disminución de la cocina casera. Sin embargo, Lo argumenta que, aunque la vida puede ser agitada, siempre hay espacio para priorizar la cocina. «Nos llevamos una hora y media metidos en TikTok. En ese rato te podrías hacer dos platos», señala. Este comentario resuena con muchos que se sienten atrapados en la rutina diaria, sugiriendo que la falta de tiempo puede ser más una cuestión de prioridades que de realidad.
**La Influencia de las Tendencias Gastronómicas**
La cocinera también critica cómo las modas y tendencias han influido en la forma en que se percibe la cocina. «Todo lo que se vuelve moda o tendencia pierde un poquito de pasión», explica. La proliferación de restaurantes que buscan capitalizar las tendencias actuales a menudo resulta en una experiencia gastronómica desalmada. «Tendemos a reproducir las tendencias del momento, pero habría que preguntarse cómo se está haciendo», dice, sugiriendo que muchos establecimientos priorizan el beneficio económico sobre la calidad de la comida.
María Lo destaca la importancia de la autenticidad en la cocina. «Los bares y las tascas se están poniendo otra vez en valor, pero hay que preguntarse con qué objetivo me estás cocinando las lentejas como mi abuela», reflexiona. Esta búsqueda de autenticidad es fundamental para aquellos que desean disfrutar de una experiencia culinaria significativa. La cocinera aboga por un enfoque más consciente y menos superficial hacia la comida, donde el objetivo no sea solo llenar el estómago, sino también nutrir el alma.
La conversación también toca el tema de la educación gastronómica. María Lo cree que es esencial enseñar a las nuevas generaciones sobre la cocina y la nutrición. «Creo que podríamos comer mejor si recibiéramos una educación que nos ayudase a entender qué es la comida y qué son los productos», dice. Esta educación no solo debería centrarse en la cocina, sino también en la importancia de elegir ingredientes de calidad y comprender su origen.
La influencia de los productos ultraprocesados y la falta de conocimiento sobre la cocina son temas que preocupan a Lo. «Todo consumo en masa genera un impacto», advierte, sugiriendo que la comodidad de los alimentos procesados ha llevado a una desconexión con la comida real. La cocinera enfatiza la necesidad de volver a las raíces y de valorar los productos de temporada, que son esenciales para una dieta saludable y sostenible.
En un mundo donde la comida rápida y los ultraprocesados dominan el mercado, María Lo se posiciona como una defensora de la cocina casera y de la importancia de poner amor en cada plato. Su mensaje es claro: la cocina no es solo una actividad, sino una forma de conectar con nuestras raíces y con los demás. La pasión por la cocina puede y debe ser transmitida a las nuevas generaciones, no solo como una habilidad práctica, sino como un arte que nutre tanto el cuerpo como el alma. La cocina casera, con su esencia y su amor, puede ser la respuesta a la desconexión que muchos sienten en la actualidad.