El sector bancario en España ha estado marcado por un largo periodo de recortes y ajustes que se extendió durante 14 años. Sin embargo, en 2023, se observó un cambio significativo en esta tendencia, ya que las entidades de depósito comenzaron a aumentar su plantilla por primera vez desde el inicio de la crisis financiera en 2008. Este aumento no fue un fenómeno aislado, ya que en 2024 se registró un nuevo incremento en el número de empleados, según los datos más recientes del Banco de España.
A finales de 2024, el sector bancario contaba con 163.496 empleados, lo que representa un aumento de 1.856 personas, equivalente a un 1,15% más que en 2023. En total, en un periodo de dos años, se han creado 5.178 nuevos puestos de trabajo. A pesar de este crecimiento, es importante señalar que la banca aún tiene un déficit significativo en comparación con su máximo histórico de 270.855 empleados alcanzado en 2008, lo que se traduce en una reducción del 39,6% en la plantilla actual.
A pesar del aumento en el número de empleados, las entidades bancarias han continuado cerrando sucursales. En 2024, se registró una reducción de 224 oficinas, y en el primer trimestre de 2025 se cerraron otras 65, llevando el total a 17.314 sucursales. Esta cifra representa una disminución del 62% en comparación con el pico de 28.393 sucursales en septiembre de 2008. Este ajuste no solo se debe a los excesos de la burbuja inmobiliaria, sino también a la necesidad de adaptarse a un entorno de tipos de interés ultrabajos que obligó a las entidades a reducir costos mediante el cierre de oficinas y la fusión de bancos.
La digitalización ha jugado un papel crucial en este proceso. Muchos clientes han optado por acceder a los servicios bancarios a través de plataformas digitales, lo que ha llevado a un cambio en la estructura de empleo dentro del sector. Según José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), el crecimiento del empleo en el sector es un reflejo de la mayor actividad económica y la expansión de los canales y servicios ofrecidos. Esto ha generado una demanda creciente de perfiles tecnológicos y de ciberseguridad, así como de atención al cliente y comerciales.
Ramón González Monroy, secretario general de la federación de servicios de CCOO, también destaca que el aumento del empleo se centra en perfiles vinculados a la transformación digital del negocio. Esto incluye áreas como inteligencia artificial, ciberseguridad, big data y gestión algorítmica. Sin embargo, también señala que la inversión en recursos humanos no se ha visto reflejada en el canal de oficinas físicas, donde persisten problemas de carga de trabajo y presiones comerciales.
En cuanto a los bancos más grandes, los diez que son supervisados directamente por el Banco Central Europeo (BCE) han sido los principales responsables del aumento de la plantilla en 2023. Estos bancos incrementaron su número de empleados en 2.615, lo que representa un crecimiento del 1,74%, alcanzando un total de 152.542 trabajadores. En contraste, los bancos más pequeños han experimentado una reducción de 759 puestos de trabajo, lo que equivale a un 6,5% menos que el año anterior.
Un caso notable es el del BBVA, que ha incrementado su plantilla en España en 1.444 personas, alcanzando un total de 28.854 empleados. Esta entidad ha estado enfocada en la contratación de talento tecnológico, incorporando 10.100 empleados en este ámbito en los últimos tres años. Para 2025, BBVA planea realizar 1.100 nuevas contrataciones, con el objetivo de contar con cerca de 20.000 profesionales especializados en tecnología. La estrategia del banco se centra en atraer a ingenieros, matemáticos y expertos en inteligencia artificial, ciberseguridad y gestión de datos, áreas que son cada vez más demandadas en el mercado laboral.
El panorama del empleo en el sector bancario español está cambiando, impulsado por la digitalización y la necesidad de adaptarse a un entorno económico en constante evolución. Aunque el camino hacia la recuperación del empleo es aún largo, las señales actuales sugieren un giro positivo que podría marcar el inicio de una nueva era para la banca en España.