La reciente decisión de la justicia filipina de denegar la libertad bajo fianza a tres policías acusados del asesinato del joven coruñés Diego Bello Lafuente ha generado un gran impacto tanto en Filipinas como en España. Este caso, que ha captado la atención de la opinión pública, se remonta a enero de 2020, cuando Bello fue abatido en un incidente que ha sido calificado como una ejecución extrajudicial. La asociación Justicia Para Bello ha estado al frente de la lucha por la verdad y la justicia en este caso, y la reciente resolución del Tribunal de Primera Instancia Regional de la capital filipina representa un paso significativo en esa dirección.
La jueza Mary Jean Cajandab Ong fundamentó su decisión en el artículo 13 de la Constitución Filipina, que prohíbe la concesión de fianza en casos de delitos capitales cuando la evidencia de culpabilidad es sólida. Este aspecto es crucial, ya que la Fiscalía ha presentado pruebas contundentes que incluyen declaraciones de testigos, una reconstrucción de la escena del crimen y análisis balísticos que contradicen la versión de los acusados. Según la investigación, Diego Bello no portaba armas en el momento de su muerte, lo que refuerza la acusación de que fue ejecutado a sangre fría por los agentes.
### La Investigación y las Pruebas Presentadas
El caso ha sido objeto de una intensa investigación por parte del NBI, el organismo filipino equivalente al FBI en Estados Unidos. Este informe ha sido fundamental para desmontar la narrativa presentada por los policías, quienes alegaron que Bello había disparado primero. Las pruebas documentales, testimoniales y forenses han demostrado que no hubo un enfrentamiento armado, como intentaron argumentar los acusados. La defensa de los policías se ha visto debilitada ante la contundencia de la evidencia presentada, lo que ha llevado a la jueza a tomar una decisión que podría sentar un precedente en la lucha contra las ejecuciones extrajudiciales en Filipinas.
La familia de Diego Bello ha expresado su satisfacción por el avance judicial, considerándolo un paso crucial en su búsqueda de justicia. Sin embargo, también han subrayado que la sentencia final será determinante para que se haga plena justicia. Este caso no solo afecta a la familia de Bello, sino que también plantea preguntas más amplias sobre el uso de la fuerza por parte de las fuerzas del orden en Filipinas y la necesidad de una reforma en el sistema judicial para garantizar que se respeten los derechos humanos.
### Implicaciones para los Derechos Humanos en Filipinas
La decisión del tribunal ha sido recibida como un rayo de esperanza en un país donde las ejecuciones extrajudiciales han sido un problema persistente. Durante los últimos años, Filipinas ha sido objeto de críticas internacionales por la forma en que se han manejado las operaciones antidrogas, que han resultado en miles de muertes. La lucha de la familia de Diego Bello es un reflejo de la resistencia de muchos filipinos que buscan justicia en un sistema que a menudo parece estar en contra de ellos.
La asociación Justicia Para Bello ha destacado que este fallo es un indicativo del compromiso del sistema judicial filipino con la justicia y los derechos humanos. A medida que el juicio de los acusados se aproxima, programado para el 23 de julio de 2025, la atención se centrará en cómo se desarrollará el proceso y si se logrará una condena que refleje la gravedad del crimen.
La comunidad internacional también está observando de cerca este caso, ya que podría influir en la percepción global sobre la situación de los derechos humanos en Filipinas. La presión de organizaciones de derechos humanos y la atención mediática podrían jugar un papel crucial en el desarrollo de este caso y en la eventual sentencia. La lucha por la justicia en el caso de Diego Bello es un recordatorio de que, a pesar de los desafíos, la búsqueda de verdad y justicia sigue siendo una prioridad para muchos, tanto en Filipinas como en el extranjero.