La Fundación Diego González Rivas ha llevado a cabo una misión médica sin precedentes en Kono, Sierra Leona, donde un equipo internacional de cirujanos, enfermeras y docentes realizó cirugías torácicas de alta complejidad en un quirófano móvil. Este esfuerzo no solo representa un avance en la medicina en un país con escasos recursos, sino que también simboliza la unión de la ciencia y la humanidad en un contexto donde la esperanza es un bien escaso.
La misión, que tuvo lugar en octubre de 2025, fue liderada por el reconocido cirujano coruñés Diego González Rivas, quien ha dedicado su carrera a la cirugía torácica mínimamente invasiva. Durante una semana, el equipo operó a seis pacientes, incluyendo a un niño que necesitaba una cirugía de ocho horas. La unidad móvil quirúrgica, un camión transformado en quirófano, ofreció condiciones de seguridad que rivalizan con las de un hospital europeo, lo que permitió realizar estas intervenciones en un entorno que, de otro modo, carecería de tales recursos.
### Un Quirófano sobre Ruedas: Innovación y Desafíos
La unidad móvil quirúrgica llegó a Kono tras un viaje de cuatro semanas desde Ghana, enfrentándose a múltiples averías que amenazaron con cancelar la misión. Sin embargo, gracias a la colaboración de ingenieros y profesores de formación profesional de Lugo, se logró reparar y poner en funcionamiento el quirófano. Este equipo, con experiencia en sistemas de climatización, gases medicinales y energía solar, fue fundamental para garantizar que las operaciones se llevaran a cabo con todas las garantías necesarias.
El anestesista Radu Podaru, quien formó parte del equipo, compartió su experiencia al llegar a un hospital que describió como un «purgatorio». La realidad de la atención médica en África Occidental es dura y, a menudo, desalentadora. Sin embargo, la llegada de la unidad móvil trajo consigo no solo tecnología avanzada, sino también un rayo de esperanza para los pacientes que esperaban atención médica. La satisfacción de salvar vidas en un contexto tan desafiante es, según Podaru, una de las mayores recompensas que puede recibir un médico.
La misión no solo fue un hito para los pacientes que recibieron atención, sino también para los cirujanos que participaron. Souheil Boubia, un cirujano marroquí, destacó que esta fue la primera vez que se realizaba cirugía torácica en Kono, y que hacerlo en un quirófano móvil era un verdadero milagro. Tom Gresnigt, de los Países Bajos, añadió que la alta tasa de tuberculosis en el país y la falta de cirugía torácica hacen que la llegada de esta unidad sea una oportunidad histórica para Sierra Leona y sus vecinos.
### Impacto en la Comunidad y Futuro de la Medicina en África
El impacto de esta misión va más allá de las seis operaciones realizadas. La Fundación Diego González Rivas busca establecer un modelo sostenible de atención médica en regiones donde los recursos son limitados. La experiencia adquirida durante esta misión puede servir como base para futuras iniciativas que busquen mejorar la calidad de vida de las comunidades en África.
Además, la colaboración internacional entre médicos de diferentes países subraya la importancia de trabajar juntos para enfrentar los desafíos de la salud global. La unión de especialistas de diversas nacionalidades no solo enriquece el conocimiento médico, sino que también fomenta un sentido de comunidad y solidaridad en la lucha contra enfermedades que afectan a millones de personas.
La misión también plantea preguntas sobre cómo se puede replicar este modelo en otras regiones del mundo que enfrentan desafíos similares. La combinación de tecnología, formación y colaboración internacional podría ser la clave para mejorar la atención médica en lugares donde la infraestructura es insuficiente.
La Fundación Diego González Rivas ha demostrado que, con determinación y recursos adecuados, es posible llevar atención médica de calidad a quienes más lo necesitan. La historia de esta misión es un testimonio del poder de la innovación y la compasión en la medicina, y un recordatorio de que, incluso en las circunstancias más difíciles, hay esperanza y posibilidad de cambio.
La experiencia vivida por el equipo médico en Kono es un ejemplo inspirador de cómo la medicina puede trascender fronteras y ofrecer soluciones a problemas complejos. La misión no solo ha mejorado la vida de los pacientes operados, sino que también ha dejado una huella en los profesionales que participaron, motivándolos a seguir luchando por un acceso equitativo a la atención médica en todo el mundo. La Fundación Diego González Rivas continúa su labor, con la mirada puesta en nuevas misiones que puedan llevar salud y esperanza a más comunidades necesitadas.