La inteligencia artificial (IA) ha comenzado a jugar un papel crucial en el ámbito de la medicina, especialmente en el campo de los trasplantes de órganos. Recientemente, el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba ha implementado un modelo de IA que mejora la asignación de donantes y receptores en trasplantes hepáticos. Este avance no solo optimiza el proceso de emparejamiento, sino que también promete aumentar las tasas de supervivencia de los pacientes.
### Un Sistema de IA para Mejorar la Asignación de Órganos
El sistema de inteligencia artificial desarrollado en colaboración con la Fundación Mutua Madrileña ha sido validado con pacientes en un proyecto que involucra a los 24 centros españoles de trasplante hepático de adultos y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). La coordinación del proyecto ha estado a cargo de Beatriz Domínguez Gil, quien ha destacado la importancia de esta innovación en el contexto actual de la donación de órganos.
El objetivo principal del proyecto es emparejar a los donantes de hígado en asistolia, es decir, aquellos que han donado sus órganos tras un paro cardíaco, con receptores que tienen una mayor probabilidad de supervivencia. Este enfoque busca no solo mejorar la calidad de vida de los pacientes trasplantados, sino también reducir la pérdida de injertos, un problema que ha afectado a muchos trasplantes en el pasado.
Los resultados del trabajo han sido publicados en la revista científica Transplantation y se basan en una serie de 539 pares de donante-receptor, lo que representa el mayor volumen registrado a nivel mundial de donantes en asistolia de estas características. Este avance es significativo, ya que la donación en asistolia ha sido históricamente menos utilizada que la donación de órganos de donantes en muerte cerebral, a pesar de que puede aumentar el número de órganos disponibles para trasplante.
### Desafíos y Soluciones en la Donación de Órganos
La donación en asistolia presenta varios desafíos, especialmente en lo que respecta a la viabilidad de los órganos. En España, existe un periodo crítico de cinco minutos entre el momento en que el corazón del donante deja de latir y la certificación de su muerte, que es cuando se puede iniciar la extracción del órgano. Este tiempo de espera puede afectar negativamente el estado del hígado, lo que a su vez puede repercutir en la viabilidad del injerto.
Para mitigar estos problemas, el equipo liderado por el doctor Javier Briceo ha implementado una técnica conocida como ‘perfusión normotérmica regional’. Esta técnica consiste en conectar los vasos sanguíneos del donante a una máquina de circulación extracorpórea, que recircula la sangre en el donante fallecido durante esos minutos críticos. De esta manera, se asegura que los órganos se mantengan en las mejores condiciones posibles para el trasplante.
Este enfoque no es común en otros países de Europa ni en Estados Unidos, donde la extracción de órganos se realiza de manera más rápida tras la certificación de la muerte. Sin embargo, esta rapidez puede tener consecuencias negativas, especialmente para el hígado, que puede sufrir problemas de viabilidad si no se maneja adecuadamente.
El doctor Briceo ha enfatizado que, a pesar de los avances tecnológicos y de la inteligencia artificial, la decisión final sobre la asignación del órgano siempre recaerá en el médico, quien evaluará cada caso de manera individual. Esto asegura que, a pesar de la automatización y la optimización del proceso, la atención y el juicio humano sigan siendo fundamentales en la medicina.
La implementación de la inteligencia artificial en el ámbito de los trasplantes hepáticos representa un paso adelante en la búsqueda de soluciones innovadoras para problemas complejos en la salud. A medida que la tecnología avanza, es probable que veamos más aplicaciones de la IA en diferentes áreas de la medicina, lo que podría transformar la forma en que se realizan los trasplantes y se gestionan los recursos de salud. La combinación de tecnología y atención médica personalizada podría ser la clave para mejorar los resultados en los pacientes y optimizar el uso de los órganos disponibles para trasplante.