Los cementerios, a menudo considerados lugares de silencio y reflexión, adquieren un nuevo significado en torno a las festividades de Todos los Santos y Difuntos. Sin embargo, hay algunos que, por sus características únicas, se han convertido en destinos turísticos de interés, incluso fuera de estas fechas. Uno de los más singulares se encuentra en Galicia: las catacumbas de Arcos de Furcos, en Cuntis. Este cementerio subterráneo ha capturado la atención de muchos, no solo por su historia, sino también por su conexión con la cultura y el patrimonio gallego.
### La Historia Detrás de las Catacumbas
Las catacumbas de Arcos de Furcos son el resultado de una necesidad urgente de espacio en un momento crítico de la historia de España. En 1946, conocido como el «año del hambre», la escasez de alimentos y las malas cosechas llevaron a un aumento significativo de la mortalidad. En este contexto, la pequeña parroquia de Arcos de Furcos, que en ese entonces duplicaba su población actual, se vio obligada a buscar soluciones creativas para ampliar su cementerio. La opción de expandir el espacio en superficie no era viable, por lo que los vecinos decidieron excavar un cementerio subterráneo a cinco metros de profundidad.
La construcción de estas catacumbas fue un esfuerzo monumental que se llevó a cabo durante cinco años. Los habitantes de la localidad trabajaron arduamente para excavar, picar piedra y retirar toneladas de tierra, además de trasladar granito desde una cantera cercana para construir los nuevos columbarios. Este esfuerzo fue financiado por los propios vecinos, quienes, a pesar de sus limitados recursos, estaban decididos a crear un lugar de descanso para sus seres queridos.
Las catacumbas albergan aproximadamente 60 columbarios y 245 nichos, convirtiéndose en un testimonio de la adaptación de la arquitectura popular gallega a las circunstancias de su tiempo. Este cementerio subterráneo no solo es un lugar de descanso, sino también una joya antropológica que refleja la resiliencia y la creatividad de una comunidad frente a la adversidad.
### Un Patrimonio Cultural y Turístico
Además de su historia fascinante, las catacumbas de Arcos de Furcos están rodeadas de un rico patrimonio cultural. Frente a la iglesia de San Breixo, donde se encuentra el cementerio, se pueden observar vestigios de un monasterio desaparecido que data desde el siglo IX hasta el XV. Este monasterio, conocido como el de Arcos, es mencionado en documentos históricos y su legado se puede apreciar en los tres relieves góticos que adornan un antiguo baldaquino en el altar. Estos relieves representan escenas significativas de la vida de Jesús, como su nacimiento, la adoración de los Reyes Magos y el descendimiento de la cruz. A su lado, una gran pila bautismal románica añade un toque adicional de historia y belleza al lugar.
Para aquellos que deseen visitar las catacumbas, el acceso es relativamente sencillo. Desde el casco urbano de Cuntis, se puede tomar la N-640 hacia A Estrada durante 3,5 kilómetros, hasta llegar a un cruce señalizado hacia Arcos de Furcos. Continuando por la pista EP-8404 durante 1,5 kilómetros, se llega a la iglesia de San Breixo, donde se puede aparcar. El cementerio es de acceso público y puede ser visitado cualquier día de la semana, aunque es importante tener en cuenta que el acceso a las catacumbas se realiza a través de unas escaleras, lo que puede dificultar la visita a personas con movilidad reducida.
### La Ruta Mágica de Arcos
El cementerio de Arcos de Furcos no solo es un destino por sí mismo, sino que también forma parte de una ruta mágica que atrae a senderistas y amantes de la naturaleza. La ruta de la Lagoa de Zo y el castro de Arcos es un recorrido circular de ocho kilómetros que está señalizado y ofrece vistas espectaculares de la región. Durante el trayecto, los visitantes pueden disfrutar de parajes hermosos, como la Eira dos Mouros, donde se encuentra la Lagoa de Zo, una laguna estacional rodeada de leyendas sobre seres mitológicos gallegos.
El sendero también incluye yacimientos arqueológicos, como túmulos y el castro de Arcos, que permiten a los caminantes sumergirse en la historia de la región. Desde la cima del castro, se pueden contemplar los valles de Cuntis y Vea, así como el Pico Sacro y la ría de Arousa. Esta conexión entre la naturaleza y la historia ha hecho que muchos senderistas que recorren la ruta se detengan en la iglesia de San Breixo para conocer las catacumbas, convirtiendo la visita en una experiencia enriquecedora.
### El Turismo de Cementerios en Europa
En los últimos años, ha surgido un interés creciente por el turismo centrado en los cementerios, impulsado por la Ruta Europea de los Cementerios y la Asociación de Cementerios Singulares de Europa (ASCE). Esta iniciativa invita a los visitantes a explorar estos espacios con una mirada histórica y patrimonial, destacando la belleza y la espectacularidad de algunos de sus panteones y tumbas, que son auténticas obras de arte.
En España, hay 19 cementerios que forman parte de esta ruta, dos de los cuales se encuentran en Galicia: el cementerio de San Amaro en A Coruña y el de San Froilán en Lugo. Además, otras tres necrópolis gallegas han sido reconocidas por la ASCE: Santa Mariña de Dozo en Cambados, el Cementerio de los Ingleses en Camariñas y el de San Francisco en Ourense. Este reconocimiento ha contribuido a aumentar el interés por los cementerios como destinos turísticos, permitiendo a los visitantes apreciar la historia, el arte y la cultura que estos lugares representan.
Las catacumbas de Arcos de Furcos son un ejemplo perfecto de cómo un cementerio puede trascender su función original y convertirse en un punto de interés cultural y turístico. Con su rica historia, su conexión con el patrimonio gallego y su ubicación en un entorno natural impresionante, este cementerio subterráneo ofrece una experiencia única para aquellos que buscan explorar la historia y la cultura de Galicia.
