Cuando el calor del verano se hace insoportable, muchos buscan refugio en la costa o en destinos lejanos. Sin embargo, España ofrece una variedad de pueblos en el interior que son perfectos para escapar de las altas temperaturas. Estos lugares no solo son hermosos, sino que también cuentan con climas agradables, ideales para disfrutar de unas vacaciones sin sudar a raudales. A continuación, exploramos diez de estos encantadores pueblos donde el verano se vive de manera diferente.
**Isaba: Un Refugio en Navarra**
Isaba, ubicado en el Valle de Roncal, es conocido por sus temperaturas frescas, que rondan los 16 °C en julio y agosto. Este pintoresco pueblo, con su arquitectura tradicional de piedra y madera, está rodeado de naturaleza exuberante, incluyendo ríos cristalinos y montañas. Las rutas de senderismo son variadas, desde paseos sencillos hasta ascensos a picos de más de 2.000 metros. La frescura del ambiente y la belleza del paisaje hacen de Isaba un destino ideal para quienes buscan escapar del calor.
**Griegos: El Frío de Teruel**
Situado a 1.600 metros de altitud, Griegos es uno de los pueblos más fríos de España, con temperaturas medias de 19 °C en verano. Este encantador lugar está rodeado de bosques y ofrece una variedad de senderos para explorar. Además, cuenta con un museo de mariposas y restos celtas que añaden un toque cultural a la visita. Las noches son frescas, lo que permite descansar cómodamente, incluso en pleno agosto.
**Bellver de Cerdanya: Naturaleza y Senderismo**
En el corazón del Parque Natural del Cadí-Moixeró, Bellver de Cerdanya es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza. Con temperaturas que rondan los 17 °C en verano, este pueblo ofrece un entorno ideal para realizar actividades al aire libre. Sus miradores ofrecen vistas espectaculares de los Pirineos, y su casco antiguo, con calles empedradas y fachadas de piedra, es un lugar encantador para pasear. Bellver es un excelente punto de partida para rutas de senderismo y otras actividades al aire libre.
**Puebla de Sanabria: Historia y Naturaleza**
Este pueblo zamorano combina un casco histórico impresionante con la belleza natural del Lago de Sanabria, uno de los más bellos de España. Durante el verano, las temperaturas se mantienen suaves, con medias de 20 °C. La arquitectura de Puebla de Sanabria, con sus casas de piedra y balcones floridos, invita a pasear tranquilamente. Además, el lago ofrece la oportunidad de refrescarse con un baño en sus aguas cristalinas.
**Cangas del Narcea: Un Destino Cultural y Natural**
Cangas del Narcea es más que un pueblo fresco; es un lugar lleno de historia y cultura. Con temperaturas que rara vez superan los 23 °C en verano, este destino asturiano es ideal para disfrutar de la naturaleza. Los bosques de Muniellos y los viñedos que rodean el pueblo son perfectos para explorar. Además, la gastronomía local es un atractivo adicional, con platos que destacan la rica tradición culinaria de la región.
**Trevélez: Altitud y Frescura en Granada**
Ubicado en la Alpujarra, Trevélez se encuentra a casi 1.500 metros sobre el nivel del mar, lo que le permite disfrutar de un clima fresco, con temperaturas medias de 19,7 °C en verano. Este pueblo es famoso por su jamón curado y sus calles empinadas y blancas. Desde aquí, se pueden realizar paseos que bordean acequias y huertas, así como rutas hacia el Mulhacén, la montaña más alta de la Península Ibérica.
**Molina de Aragón: Historia y Naturaleza**
Molina de Aragón es un refugio inesperado en el interior de Castilla, con un castillo que vigila el pueblo desde lo alto. Las temperaturas aquí son suaves, con medias de 22 °C en verano. Este pueblo ofrece un casco antiguo lleno de historia, iglesias de diversos estilos y un museo que alberga fósiles y curiosidades. Además, el cercano Barranco de la Hoz es un lugar impresionante para explorar.
**Torla: A las Puertas del Pirineo**
Torla es un encantador pueblo pirenaico que sirve como puerta de entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Con temperaturas medias de 17 °C en verano, este destino es perfecto para los amantes de la naturaleza. Desde aquí, se pueden realizar rutas hacia la famosa cascada de la Cola de Caballo, así como disfrutar de la tranquilidad de sus calles y la belleza de su entorno natural.
**Alp: Un Pueblo Activo en Girona**
Alp, en la Baja Cerdanya, es un pequeño pueblo con mucha actividad. Con temperaturas que oscilan entre los 12 °C de mínima y los 22 °C de máxima en verano, es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza y la buena gastronomía. Desde Alp, se pueden realizar rutas por el Parque Natural del Cadí-Moixeró y descubrir iglesias románicas con siglos de historia.
**Zumaia: La Frescura del Mar Cantábrico**
Zumaia es uno de los pocos pueblos costeros en esta lista, pero su clima atlántico lo hace especial. Con temperaturas máximas que rondan los 22 °C y mínimas de 16 °C, este pueblo ofrece una combinación de playa, acantilados y rutas geológicas. Su casco antiguo, con trazado medieval, es perfecto para pasear y disfrutar de la brisa marina. Además, la cercanía al mar permite disfrutar de un ambiente fresco incluso en los días más calurosos del verano.