El Banco Sabadell ha logrado resistir la oferta pública de adquisición (OPA) presentada por el BBVA, una de las más controvertidas en el sector bancario español en las últimas dos décadas. A pesar de las expectativas del mercado, la aceptación de la operación por parte de los accionistas del Sabadell fue notablemente baja, alcanzando solo el 25,33% del capital social y el 25,47% de los derechos de voto. Esto ha llevado a que la transacción se considere sin efecto, tal como confirmó la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La OPA del BBVA, que se había planteado como una estrategia para consolidar su posición en el mercado, ha fracasado rotundamente. La normativa vigente establece que para que una OPA sea válida, debe alcanzar un mínimo del 50% de aceptación, un umbral que el BBVA no logró superar. Este desenlace es un claro reflejo de la resistencia del Sabadell, que ha estado bajo la amenaza de la OPA durante 17 meses, pero ha conseguido mantener su independencia.
### Estrategia de Defensa del Sabadell
Desde el inicio de la OPA, el Banco Sabadell ha implementado una estrategia de defensa que ha demostrado ser efectiva. Bajo el liderazgo de su presidente, Josep Oliu, y su consejero delegado, César González-Bueno, la entidad ha movilizado un amplio apoyo empresarial, sindical y político en contra de la oferta del BBVA. Uno de los movimientos más significativos fue el retorno de su sede social de Alicante a Sabadell, un gesto que simbolizó su compromiso con la autonomía y la identidad regional.
Además, el Sabadell ha sabido aprovechar su buena evolución financiera para fortalecer su posición. La venta de su filial británica al Santander ha permitido al banco incrementar la remuneración a sus accionistas, lo que ha contribuido a consolidar su imagen positiva en el mercado. Este respaldo ha sido crucial, ya que muchos accionistas institucionales se mostraron escépticos respecto a la OPA, argumentando que la oferta del BBVA infravaloraba significativamente el banco.
La resistencia del Sabadell ha sido tal que solo un 9% de los analistas anticipaban que la aceptación de la OPA estuviera por debajo del 30%. Este resultado no solo ha sorprendido a los expertos, sino que también ha reafirmado la idea de que las fusiones en el sector bancario español deben ser consensuadas y no impuestas.
### Consecuencias para el BBVA
El fracaso de la OPA representa un duro golpe para el BBVA, que ha intentado hacerse con el Sabadell en tres ocasiones en los últimos cinco años. En 2020, el BBVA propuso una fusión amistosa que fue rechazada por el Sabadell, y en abril del año pasado, el consejo del banco catalán volvió a desestimar una oferta similar. La decisión de lanzar una OPA hostil fue vista como un último recurso, pero el desenlace ha confirmado que este tipo de estrategias rara vez tienen éxito en el sector.
Carlos Torres, presidente del BBVA, ha expresado su agradecimiento a los accionistas que apoyaron la OPA y ha reafirmado su compromiso con el futuro del banco, a pesar de la decepción. En un comunicado, Torres destacó que el BBVA seguirá adelante con su plan estratégico para el periodo 2025-2028, con el objetivo de mantenerse a la vanguardia de la banca europea en términos de crecimiento y rentabilidad.
El rechazo de la OPA no solo afecta a la imagen del BBVA, sino que también plantea interrogantes sobre su estrategia futura. La incapacidad para adquirir el Sabadell podría llevar a la entidad a replantear sus objetivos de expansión y consolidación en el mercado español, donde la competencia es cada vez más intensa.
En resumen, el desenlace de la OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell ha puesto de manifiesto la importancia de la aceptación de los accionistas en cualquier operación de fusión o adquisición. La resistencia del Sabadell ha demostrado que, a pesar de las presiones del mercado, la autonomía y la estrategia bien fundamentada pueden prevalecer en el competitivo mundo de la banca.