La representación de mujeres en el ámbito del crimen, especialmente en el caso de los asesinos en serie, ha sido un tema de interés tanto para criminólogos como para la sociedad en general. Aunque la mayoría de los asesinos en serie son hombres, el porcentaje de mujeres que cometen estos delitos es notablemente bajo, oscilando entre el 5% y el 8% a nivel global. Este fenómeno plantea preguntas sobre las motivaciones y los perfiles psicológicos de estas mujeres, así como sobre las circunstancias que las llevan a cometer actos tan extremos.
### La rareza de las mujeres asesinas en serie
Históricamente, el porcentaje de mujeres involucradas en asesinatos en serie era más alto, alcanzando cifras entre el 10% y el 15% en décadas pasadas. Sin embargo, este número ha disminuido con el tiempo, lo que sugiere que la criminalidad femenina en este contexto es cada vez más excepcional. Un caso que ha llamado la atención es el de una mujer que, a los 50 años, comenzó a cometer delitos graves, como el asesinato y el robo a ancianas. Este tipo de comportamiento es poco común, ya que la mayoría de las personas que delinquen suelen tener un historial delictivo que comienza en su juventud.
El perfil típico de un criminal grave incluye una serie de factores de riesgo que pueden acumularse a lo largo del tiempo, como problemas económicos, adicciones o situaciones personales complicadas. En el caso de las mujeres, estos factores pueden intensificarse por circunstancias como el divorcio o la pérdida de la red de apoyo familiar. La mujer en cuestión, que comenzó su carrera criminal en una etapa madura, parece haber actuado impulsivamente, guiada por la necesidad económica y una falta de empatía hacia sus víctimas.
### Motivaciones detrás del crimen
La motivación detrás de los crímenes cometidos por mujeres puede ser compleja y multifacética. En el caso mencionado, la mujer no presentaba signos de trastornos psicóticos, sino que parecía actuar con un objetivo claro: obtener beneficios económicos. Este tipo de criminalidad se caracteriza por una deshumanización de las víctimas, lo que permite a los delincuentes justificar sus acciones. La impulsividad y la baja percepción del riesgo son rasgos que pueden estar presentes en estos perfiles, lo que les lleva a no valorar adecuadamente las consecuencias de sus actos.
La elección de ancianas como víctimas no es casual. Este grupo demográfico es particularmente vulnerable, ya que a menudo viven solas y pueden ser más susceptibles a engaños. La mujer en cuestión utilizaba artimañas para entrar en sus hogares, lo que demuestra una planificación y una estrategia que van más allá de un simple acto impulsivo. La repetición de este patrón delictivo es común entre los asesinos en serie, quienes suelen continuar con su comportamiento delictivo una vez que han tenido éxito en sus primeros intentos.
La reciente condena de esta mujer a más de 144 años de prisión por sus crímenes ha generado un debate sobre la naturaleza de su comportamiento. ¿Por qué arriesgarse a penas tan severas por dinero y joyas? La respuesta puede estar en su perfil psicológico, que sugiere un alto nivel de egocentrismo y una percepción distorsionada del riesgo. Para ella, los beneficios obtenidos del crimen podrían haber sido considerados como un derecho, lo que la llevó a actuar sin considerar las graves repercusiones de sus acciones.
### El impacto de la rehabilitación en el comportamiento delictivo
Un aspecto crucial en la discusión sobre criminalidad es el proceso de rehabilitación de los delincuentes. En muchos casos, los asesinos y violadores en serie pueden comportarse de manera ejemplar en prisión, pero esto no garantiza que no vuelvan a delinquir una vez que son liberados. La reintegración a la sociedad puede ser un desafío, especialmente si el individuo regresa a un entorno que no ha cambiado y que puede haber sido un factor en su comportamiento delictivo inicial.
La posibilidad de que esta mujer haya cometido un nuevo crimen durante un permiso penitenciario resalta la complejidad del proceso de rehabilitación. Aunque se le había concedido un tiempo fuera de prisión debido a su buen comportamiento, el entorno controlado de la cárcel es muy diferente al mundo exterior, donde las oportunidades y las tentaciones pueden ser abrumadoras. La falta de un apoyo adecuado y la presión económica pueden ser factores que contribuyan a la reincidencia delictiva.
### La percepción social del crimen y la seguridad
El reciente caso ha generado una gran alarma social, pero es importante contextualizar esta preocupación. España es uno de los países más seguros del mundo en términos de homicidios, aunque la violencia de género y los delitos sexuales siguen siendo temas de gran relevancia. La atención mediática que recibe un caso como este puede distorsionar la percepción de la criminalidad en general, haciendo que la población se sienta más insegura de lo que realmente está.
Es fundamental que los criminólogos y expertos en el comportamiento delictivo tengan acceso a las prisiones para realizar estudios que puedan ayudar a entender mejor estos fenómenos. La evaluación del riesgo delictivo debe ir más allá de los aspectos psicológicos, considerando factores como el entorno al que el delincuente regresará y las circunstancias económicas que podrían influir en su comportamiento futuro. La investigación en este campo es crucial para desarrollar estrategias efectivas de prevención y rehabilitación que puedan reducir la reincidencia delictiva y mejorar la seguridad pública.