Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, muchas personas buscan formas de refrescarse. Sin embargo, un error común es pensar que las bebidas alcohólicas, como la cerveza, pueden ayudar a hidratarse. Este mito puede tener consecuencias graves para la salud, especialmente en condiciones de calor extremo. La doctora Gloria Lira Haroconachi, médica general, advierte que el alcohol no solo no hidrata, sino que también puede agravar la deshidratación.
### La Deshidratación y el Alcohol
El cuerpo humano necesita una cantidad adecuada de líquidos para funcionar correctamente, y durante los días calurosos, esta necesidad se incrementa. Cuando se consume alcohol, el cuerpo experimenta una pérdida de líquidos y electrolitos, lo que puede llevar a una deshidratación severa. La doctora Lira explica que, aunque una cerveza fría pueda parecer refrescante, en realidad, puede intensificar los efectos del calor y provocar una sensación de alivio engañosa.
El alcohol actúa como un diurético, lo que significa que aumenta la producción de orina. Esto puede llevar a una mayor pérdida de líquidos, lo que es especialmente peligroso en climas cálidos. Además, muchas personas no son conscientes de que las bebidas energéticas, que a menudo se consumen en situaciones de calor, tampoco son efectivas para la hidratación. Estas bebidas pueden estimular el sistema nervioso, pero no reponen adecuadamente los líquidos y electrolitos que el cuerpo necesita.
### Estrategias para Mantenerse Hidratado
Para evitar los riesgos asociados con la deshidratación en días calurosos, es crucial adoptar hábitos de hidratación adecuados. La doctora Lira recomienda beber agua de manera constante, así como optar por sueros orales o bebidas que contengan electrolitos. También sugiere preparar agua con limón y sal como una opción efectiva para reponer líquidos y minerales perdidos.
Además de la hidratación, es fundamental tomar precauciones para protegerse del calor. Evitar la exposición solar entre las 11:00 y las 16:00 horas es una de las medidas más efectivas. Usar ropa ligera, sombreros y gafas de sol, así como permanecer en lugares frescos o ventilados, puede ayudar a prevenir golpes de calor y otros problemas relacionados con el calor extremo.
Es importante estar atentos a las señales de alerta que pueden indicar un inicio de deshidratación. Síntomas como dolor de cabeza, sudoración excesiva, debilidad, visión borrosa o pérdida de conciencia requieren atención inmediata. En tales casos, se debe trasladar a la persona afectada a un lugar con sombra, aplicar compresas frías en la cabeza y ofrecer pequeños sorbos de agua o suero. En situaciones más graves, puede ser necesaria la atención médica urgente, incluyendo la administración de suero por vía intravenosa.
La doctora Lira enfatiza que cuidar de la salud durante el calor ya no es opcional. Las temperaturas continúan aumentando cada año, y la exposición a los rayos UV se vuelve cada vez más peligrosa. Mantenerse hidratado, evitar el alcohol y protegerse del sol son medidas que pueden marcar la diferencia entre disfrutar de un día caluroso sin complicaciones o enfrentar una emergencia médica. La educación sobre la hidratación y el consumo responsable de alcohol es esencial para garantizar la salud y el bienestar durante los meses de calor.