Guillermo Fernández Vara, nacido en Olivenza, Badajoz, el 6 de octubre de 1958, ha sido una figura emblemática en la política extremeña y nacional. Su reciente fallecimiento a causa de una larga enfermedad ha dejado un vacío en la comunidad y en el Partido Socialista, donde fue un líder respetado y querido. A lo largo de su carrera, Fernández Vara no solo ocupó el cargo de presidente de la Junta de Extremadura en dos periodos, sino que también desempeñó un papel crucial en la oposición y en el ámbito nacional del PSOE. Su legado se caracteriza por su moderación, su compromiso con la igualdad de oportunidades y su capacidad para dialogar y construir consensos.
La trayectoria política de Fernández Vara comenzó en 2003 cuando fue elegido diputado en la Asamblea de Extremadura. Desde entonces, ocupó varios cargos en la Junta, incluyendo director general de Salud Pública y Consumo, consejero de Bienestar Social y Sanidad, y finalmente, presidente de la Junta de Extremadura. Su liderazgo se extendió más allá de la política regional, ya que también fue vicepresidente segundo del Senado y secretario general del PSOE de Extremadura. Su enfoque siempre estuvo centrado en el bienestar de los ciudadanos, buscando mejorar la calidad de vida de los extremeños y promoviendo la igualdad de oportunidades sin importar el origen social.
### Un Político de Diálogo y Moderación
Una de las características más destacadas de Guillermo Fernández Vara fue su estilo político moderado y dialogante. Desde sus inicios, se mostró como un político que prefería el consenso a la confrontación. Esta actitud le permitió establecer relaciones constructivas con otros partidos, incluso en momentos de adversidad. Su capacidad para negociar y buscar acuerdos fue evidente durante su primer mandato como presidente, cuando logró mantener la estabilidad política en Extremadura a pesar de la presión de la oposición.
En 2006, tras la decisión de Juan Carlos Rodríguez Ibarra de no presentarse a la reelección, Fernández Vara fue elegido como su sucesor. Con una sólida trayectoria y el apoyo de la Comisión Ejecutiva del PSOE, asumió la presidencia en un momento crítico para la comunidad. Su victoria en las elecciones autonómicas de 2007 fue un reflejo de su popularidad y de la confianza que los ciudadanos depositaron en él. Con un 53% de los votos y 38 escaños, logró continuar con la tradición de mayorías absolutas del PSOE en Extremadura.
Durante su mandato, Fernández Vara se centró en la modernización de la sanidad pública y en la creación de oportunidades económicas. Uno de sus logros más significativos fue la transferencia de competencias en materia de salud del Gobierno central al autonómico, lo que permitió la creación del Servicio Extremeño de Salud (SES). Esta medida fue fundamental para mejorar la atención sanitaria en la región y es un testimonio de su compromiso con el bienestar de los ciudadanos.
### Desafíos y Resiliencia
A pesar de sus éxitos, la carrera política de Fernández Vara no estuvo exenta de desafíos. En 2011, sufrió una de las derrotas más significativas de su trayectoria al perder las elecciones autonómicas frente al Partido Popular. Este revés fue un momento difícil para él, marcado por la tristeza y la reflexión. Sin embargo, en lugar de rendirse, decidió aprender de la experiencia y se dedicó a la oposición, donde continuó trabajando por los intereses de Extremadura.
Su regreso a la presidencia en 2015 fue un testimonio de su resiliencia y capacidad de recuperación. A pesar de no lograr la mayoría absoluta, formó un gobierno de coalición y continuó promoviendo políticas de diálogo y consenso. Durante su segundo mandato, se enfrentó a la crisis provocada por la pandemia de COVID-19, donde su liderazgo fue crucial para gestionar la crisis sanitaria y económica en la región. Su enfoque centrado en la salud pública y el bienestar social fue fundamental para mitigar los efectos de la pandemia en Extremadura.
En sus últimos años, Fernández Vara continuó siendo un referente en la política extremeña, incluso después de dejar la presidencia. Su lucha contra el cáncer, diagnosticado en 2023, se convirtió en un símbolo de fortaleza y determinación. A pesar de su enfermedad, mantuvo su compromiso con la política y la defensa de los valores que siempre había promovido. Su último discurso en el Congreso, donde se despidió de su familia socialista, fue un emotivo recordatorio de su dedicación a la causa pública y su amor por Extremadura.
Guillermo Fernández Vara deja un legado imborrable en la historia de Extremadura. Su vida y carrera son un ejemplo de cómo la política puede ser un instrumento para el cambio social y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Su moderación, su capacidad de diálogo y su compromiso con la igualdad de oportunidades son valores que seguirán inspirando a futuras generaciones de políticos y ciudadanos en la región. Su memoria perdurará en el corazón de aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y trabajar a su lado.