El alquiler de corta duración se ha convertido en un pilar fundamental para el desarrollo de las áreas rurales en España. En el último año, los visitantes que optaron por alojamientos temporales generaron un gasto aproximado de 5.563 millones de euros, de los cuales 3.200 millones se destinaron a negocios locales. Este fenómeno no solo ha revitalizado la economía de pequeños municipios, sino que también ha creado nuevas oportunidades laborales en regiones que tradicionalmente han enfrentado desafíos económicos.
Un estudio realizado por Analistas Financieros Internacionales (Afi) destaca que el empleo en el sector de la hostelería y el comercio en localidades con menos de 10.000 habitantes creció un 4% en 2024. Este crecimiento se debe en gran parte a la llegada de turistas que, al elegir estos destinos, contribuyen significativamente a la economía local. Alberto González, propietario del supermercado Más x Menos en La Iruela, un pequeño pueblo en la Sierra de Segura, es un claro ejemplo de cómo el turismo puede transformar la vida de los residentes. Alberto, quien regresó a su hogar tras un tiempo fuera, decidió emprender y abrir su negocio para contribuir al desarrollo de su comunidad.
El supermercado de Alberto no solo ofrece productos básicos, sino que también se especializa en artículos de producción local, como embutidos y aceite de oliva virgen extra. Su historia refleja el deseo de muchos emprendedores rurales de permanecer en sus pueblos y contribuir a su prosperidad. «Emprendí para poder quedarme y ayudar con mi negocio a que esta tierra prospere», comenta Alberto, quien ha visto un aumento en las ventas gracias al turismo.
### La Falta de Alojamientos Tradicionales
Un dato alarmante que revela el informe de Afi es que el 73% de los municipios rurales en España carecen de hoteles o alojamientos tradicionales. Esto significa que, en muchos casos, la oferta de alquiler turístico a través de plataformas como Airbnb se convierte en la única opción para atraer visitantes. Esta situación ha permitido que localidades que antes no eran consideradas como destinos turísticos ahora puedan recibir viajeros durante todo el año, lo que a su vez dinamiza la economía local.
Alberto menciona que, aunque la mayoría de sus clientes son residentes locales, el aumento del turismo ha tenido un impacto positivo en sus ventas. «Hemos extendido nuestro horario de atención para adaptarnos a la demanda, abriendo todos los días del año, incluidos fines de semana», explica. Este crecimiento no es exclusivo de su negocio; otros comercios y restaurantes en la zona también han experimentado un auge gracias a la llegada de turistas.
El informe de Afi también señala que cada municipio que incorpora alquileres de corta duración atrae un promedio de 1.200 visitantes adicionales al año, quienes generan un gasto directo de 287.000 euros, de los cuales más de 115.000 euros benefician a los comercios locales. Este flujo de ingresos es vital para mantener la actividad económica en áreas que, de otro modo, podrían enfrentar un declive.
### El Gasto del Turista Internacional
El perfil del turista que visita las zonas rurales ha cambiado en los últimos años. Los turistas internacionales son los que más contribuyen a la economía local, con un gasto de casi 3.874 millones de euros en 2024, en comparación con los 1.690 millones de euros que aportaron los viajeros nacionales. A pesar de que ambos grupos representan porcentajes similares en términos de llegadas, los visitantes internacionales son responsables de más de dos tercios del gasto total en estas áreas, según el estudio de Afi.
Alberto ha notado esta tendencia en su supermercado, especialmente durante la temporada alta. «Durante el verano, cuando llegan muchas familias, nuestras ventas pueden aumentar entre un 20% y un 30%», comenta. Este aumento en el gasto no solo beneficia a su negocio, sino que también apoya a otros comercios y servicios en la región, creando un efecto multiplicador en la economía local.
La llegada de turistas no solo ayuda a mantener negocios como el de Alberto, sino que también contribuye a la revitalización de comunidades que enfrentan el riesgo de despoblación. Muchos jóvenes se ven obligados a abandonar sus pueblos en busca de mejores oportunidades laborales, dejando a una población cada vez más envejecida. Sin embargo, el turismo ofrece una solución viable, permitiendo que familias y emprendedores se queden y prosperen en sus localidades.
Alberto expresa su amor por su hogar y su deseo de que más personas descubran la belleza de la Sierra de Cazorla. «Hay una unión real entre los vecinos, somos como una familia. Me siento muy afortunado de vivir aquí y animo a todos a conocer nuestra cultura y a invertir en nuestros negocios», concluye. La historia de Alberto y el impacto del alquiler turístico en su comunidad son un testimonio del poder del turismo para transformar vidas y revitalizar economías en las zonas rurales de España.