Recientemente, el Gobierno español ha dado a conocer que no existen indicios de un ciberataque relacionado con el apagón masivo que afectó a la Península Ibérica el pasado 28 de abril. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, realizó esta afirmación durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, donde destacó que tras un exhaustivo análisis por parte del operador del sistema, Red Eléctrica, se ha llegado a la conclusión de que no hubo un ataque cibernético en la infraestructura eléctrica del país.
Aagesen enfatizó que «hoy les puedo trasladar una muy buena noticia» y subrayó que el análisis de datos no ha revelado ninguna evidencia de ciberseguridad comprometida. Esta declaración se produce en un contexto donde, tras el apagón, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había mantenido la hipótesis de un posible ciberataque, lo que generó confusión y preocupación entre la población.
La ministra explicó que el grupo de trabajo que investiga las causas del apagón ha estado evaluando tres niveles: el operador del sistema, los centros de control y las instalaciones de generación. En el primer nivel, se ha descartado cualquier problema de ciberseguridad, aunque se continúa investigando en los otros niveles para determinar si hubo fallos en el sistema o en otros operadores.
Durante la sesión, Aagesen también proporcionó detalles sobre las pérdidas de generación que se produjeron en subestaciones de Granada, Badajoz y Sevilla, las cuales sumaron un total de 2,2 gigavatios en un corto periodo de tiempo. Este evento fue seguido por una desconexión en cascada de la generación eléctrica, lo que llevó al colapso del sistema eléctrico en la península. La ministra indicó que se están identificando desconexiones que podrían haber sido causadas por sobretensiones, lo que desencadenó la caída en cascada durante el momento crítico del apagón.
La situación ha suscitado un debate sobre la seguridad de las infraestructuras críticas en España y la necesidad de mejorar la resiliencia del sistema eléctrico ante posibles amenazas, ya sean cibernéticas o físicas. La falta de claridad en las primeras declaraciones del Gobierno sobre la posibilidad de un ciberataque ha llevado a críticas por parte de la oposición, que exige mayor transparencia y responsabilidad en la gestión de crisis.
En el contexto de este apagón, el Gobierno también ha convocado una Conferencia de Presidentes para el próximo 6 de junio en Barcelona, donde se espera que se discutan temas relacionados con la energía y la seguridad del suministro eléctrico. Esta reunión podría ser clave para establecer un marco de colaboración entre las distintas comunidades autónomas y el Gobierno central en la gestión de crisis energéticas.
La ministra Aagesen ha reiterado que la prioridad del Gobierno es garantizar la seguridad del suministro eléctrico y que se están tomando medidas para prevenir futuros incidentes. Sin embargo, la oposición ha criticado la falta de un plan claro y efectivo para abordar las vulnerabilidades del sistema eléctrico español.
Por otro lado, la situación del apagón ha puesto de relieve la importancia de la inversión en infraestructura energética y la necesidad de modernizar el sistema eléctrico para hacerlo más resistente a posibles fallos. La transición hacia fuentes de energía más sostenibles y la digitalización del sistema eléctrico son aspectos que se están considerando en el marco de la estrategia energética del Gobierno.
En conclusión, mientras el Gobierno continúa su investigación sobre las causas del apagón, la atención se centra en la necesidad de mejorar la seguridad y la resiliencia del sistema eléctrico en España. La falta de claridad en las primeras declaraciones sobre un posible ciberataque ha generado un debate sobre la gestión de crisis y la responsabilidad del Gobierno en la protección de infraestructuras críticas. La Conferencia de Presidentes programada para junio podría ser una oportunidad para abordar estos temas de manera más efectiva y establecer un plan de acción conjunto para el futuro.