La ciudad de A Coruña se enfrenta a un desafío significativo en la conservación de su patrimonio arquitectónico y la seguridad de sus ciudadanos. En un esfuerzo por erradicar la presencia de edificios en ruinas o en mal estado, el Concello ha implementado un plan que no solo busca mejorar la imagen urbana, sino también garantizar la seguridad y salubridad de los inmuebles aledaños. Este artículo explora las medidas adoptadas por el Ayuntamiento, las sanciones impuestas a propietarios negligentes y el impacto de estas acciones en el barrio de Os Mallos.
La situación de los edificios en A Coruña es alarmante. En lo que va del año, el Ayuntamiento ha tramitado un total de 20 multas que suman 30,000 euros, dirigidas a propietarios que han incumplido la Ordenanza de Conservación y Rehabilitación de Inmuebles. Esta normativa obliga a los dueños a mantener sus propiedades en condiciones adecuadas. La multa más elevada, de 6,000 euros, se impuso al edificio ubicado en el número 21 de la calle Asturias, en el barrio de Os Mallos. Este inmueble ha estado apuntalado durante aproximadamente ocho años, lo que no solo dificulta el paso por la acera, sino que también representa un riesgo de desprendimientos.
La problemática no se limita a un solo edificio. En la calle Mercado, por ejemplo, el número 7 ha sido sancionado con 2,500 euros, y su entrada está rodeada de vallas amarillas, lo que indica un estado de abandono. Además, hay otros inmuebles que han recibido sanciones múltiples, como el número 10 de Puerta de Aires y el número 16 de Alfredo Vicenti, ambos con multas que suman 3,000 euros. En total, se han identificado varios edificios en diversas calles de la ciudad que requieren atención urgente, lo que ha llevado al Concello a intensificar sus esfuerzos en la vigilancia y control de estas propiedades.
El Plan de Recuperación de Ruinas es una de las iniciativas más destacadas del Ayuntamiento. Este programa tiene como objetivo revitalizar ocho edificios en estado crítico, ofreciendo una nueva vida a estructuras que han permanecido en el abandono durante años. Recientemente, se ha puesto a subasta el edificio número 3 de la calle Damas, que ha estado en mal estado durante dos décadas, con un precio de partida de 110,884 euros. Además, se han proyectado planes de rehabilitación para otros inmuebles, como un hotel en el número 140 de San Andrés y un proyecto en el 72 de la calle Orzán.
La presidenta de la asociación de comerciantes del Distrito Mallos, Alba Balsa, ha compartido su perspectiva sobre la transformación del barrio. Según ella, aunque han enfrentado problemas con inmuebles en estado de abandono, muchas propiedades han sido adquiridas por constructoras y están en proceso de rehabilitación. Balsa describe el momento actual como una fase de «transición», donde las obras de rehabilitación son esenciales para atraer a nuevas familias y revitalizar la comunidad. La presidenta también destaca la importancia de conservar la arquitectura del barrio, que combina viviendas racionalistas con edificios diseñados por arquitectos reconocidos.
Sin embargo, a pesar de los avances, Balsa reconoce que algunos problemas persisten. Aunque la ocupación ilegal de inmuebles ha disminuido, ocasionalmente resurgen puntos de venta de sustancias ilegales, lo que genera preocupación entre los vecinos. A pesar de estos desafíos, la presidenta se muestra optimista sobre el futuro de Os Mallos, enfatizando que el barrio tiene un gran potencial y que la rehabilitación de edificios contribuirá a mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
El enfoque del Concello hacia la conservación de inmuebles y la imposición de sanciones a propietarios negligentes refleja un compromiso por parte de las autoridades locales para garantizar un entorno urbano seguro y atractivo. A medida que se implementan estas medidas, se espera que la ciudad de A Coruña no solo mejore su imagen, sino que también fomente un sentido de comunidad y pertenencia entre sus residentes. La lucha contra los edificios en ruinas es, por lo tanto, un paso crucial hacia la revitalización de la ciudad y la protección de su patrimonio arquitectónico.
