El apagón masivo que afectó a España y Portugal el 28 de octubre, paralizando ambos países durante casi 12 horas, ha desatado una ola de controversia y especulación. Según un informe de un medio británico, este evento fue el resultado de un «experimento controlado que salió mal». Las autoridades españolas intentaban evaluar hasta qué punto podían aumentar la dependencia de las energías renovables, en un contexto donde se planea cerrar las centrales nucleares a partir de 2027. Esta revelación ha provocado una fuerte indignación en el Gobierno español, que ha calificado las afirmaciones de «delirio» y ha reavivado las exigencias de la oposición para que se ofrezcan explicaciones claras sobre lo sucedido.
El medio británico compara la situación con el accidente de Chernóbil en 1986, que comenzó como una prueba para simular lo que le sucede a un reactor en condiciones de apagón. En este caso, los operadores ignoraron las advertencias sobre la baja energía del reactor, lo que desencadenó un fallo en cascada con consecuencias trágicas. La investigación sobre el apagón en España se centra ahora en determinar si hubo un «fallo humano» o un «sabotaje interno» entre los trabajadores de las eléctricas. Las críticas apuntan a la «negligencia» de Red Eléctrica y del Gobierno, que, según el informe, intenta encubrir lo que podría ser el «peor fallo eléctrico en un país desarrollado en tiempos modernos».
### La Respuesta del Gobierno y la Oposición
El Gobierno español ha reaccionado con desdén ante las acusaciones, afirmando que las explicaciones ofrecidas por los medios carecen de sentido técnico. Sin embargo, muchos expertos del sector han coincidido en que la falta de inversiones para garantizar la estabilidad de la red es un factor crucial en el apagón. El diario británico sostiene que el Gobierno ha acelerado imprudentemente la incorporación de energías renovables sin realizar las inversiones necesarias en una red eléctrica moderna capaz de gestionarlas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha declarado que no hubo un ciberataque, lo que ha sido recibido como una «buena noticia». Sin embargo, la dirección del Partido Popular (PP) ha lamentado que los ciudadanos se enteren de las causas del apagón a través de medios extranjeros, mientras el Gobierno guarda silencio. La oposición ha criticado duramente al presidente, acusándolo de intentar desviar la atención de los ciudadanos al atribuir el apagón a un ciberataque que nunca ocurrió.
El juez de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, ha abierto una investigación para determinar si el apagón fue causado por un ciberataque terrorista, una teoría que el Gobierno había promovido inicialmente. Sin embargo, la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha afirmado que no se ha encontrado evidencia de un ciberataque en Red Eléctrica o en los centros de control. A pesar de esto, la investigación oficial parece ignorar una serie de oscilaciones en la tensión que comenzaron días antes del apagón, lo que ha llevado a muchos a cuestionar la gestión de la red eléctrica.
### Implicaciones para el Futuro Energético de España
La situación actual plantea serias preguntas sobre el futuro energético de España. Con el cierre de las centrales nucleares programado para 2027, el país se enfrenta a un desafío monumental para garantizar un suministro eléctrico estable y seguro. La dependencia creciente de las energías renovables, aunque necesaria para la transición energética, debe ir acompañada de inversiones significativas en infraestructura y tecnología para evitar que incidentes como el apagón se repitan.
La patronal de las compañías eléctricas, que incluye a grandes nombres como Iberdrola y Endesa, ha solicitado participar en la investigación del apagón, considerando a Red Eléctrica como el «principal sospechoso» por su gestión negligente. Sin embargo, la ministra Aagesen ha rechazado esta solicitud, lo que ha generado aún más descontento en el sector.
El Senado ha aprobado la creación de una comisión de investigación para esclarecer las responsabilidades políticas en este incidente, y se ha solicitado una auditoría independiente que no esté vinculada al Gobierno. La presión sobre el Ejecutivo para que rinda cuentas es cada vez mayor, y la oposición ha prometido seguir interpelando a la ministra Aagesen en el Congreso sobre este asunto.
El apagón no solo ha puesto de relieve las debilidades en la infraestructura energética de España, sino que también ha generado un debate más amplio sobre la transición hacia energías más limpias y sostenibles. La falta de preparación y la gestión inadecuada de la red eléctrica podrían tener repercusiones a largo plazo en la confianza pública hacia el Gobierno y su capacidad para manejar la transición energética del país.