El acceso al aborto en España se ha convertido en un tema de gran relevancia y controversia, especialmente tras la publicación de un informe que revela que el 80% de las interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) se llevan a cabo en clínicas privadas, a pesar de que este procedimiento está financiado por el sistema de salud pública. Este dato alarmante ha llevado al Ministerio de Sanidad a advertir a las comunidades autónomas sobre la posibilidad de emprender acciones legales si no se garantiza el acceso equitativo a este derecho fundamental.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, presentó el estudio titulado «El aborto en España: barreras y retos para garantizar el derecho», elaborado por la Federación Mujeres Jóvenes con el apoyo del Instituto de las Mujeres. En su intervención, Redondo destacó que la externalización de los servicios de aborto a clínicas privadas representa uno de los principales obstáculos para asegurar el acceso a este derecho en todo el país. A pesar de los avances legislativos en los últimos años, el informe señala que persisten barreras estructurales que impiden la plena integración de la IVE en el sistema público de salud.
### Desigualdades Territoriales en el Acceso a la IVE
Uno de los aspectos más preocupantes que se desprenden del informe es la desigualdad territorial en el acceso a los servicios de aborto. Las competencias autonómicas han dado lugar a una situación en la que algunas comunidades, como Madrid, han optado por externalizar completamente el servicio, lo que contraviene la Constitución al no garantizar un acceso equitativo a todas las mujeres en el país. En contraste, hay regiones donde existe una red pública significativa que permite a las mujeres acceder a la IVE sin necesidad de recurrir a clínicas privadas.
Esta disparidad geográfica no solo afecta a la equidad en el acceso a un derecho sanitario básico, sino que también obliga a muchas mujeres a realizar largos y costosos desplazamientos para poder interrumpir un embarazo. La situación se torna aún más crítica para aquellas que se encuentran en situaciones vulnerables, donde el costo y la logística de viajar a otra comunidad para acceder a un servicio de salud pueden ser prohibitivos.
El informe también resalta que el acceso a la IVE depende de convenios con clínicas privadas y de la voluntad política de cada territorio, lo que perpetúa la desigualdad. En este contexto, la Federación Mujeres Jóvenes ha propuesto la creación de unidades de Atención Sexual y Reproductiva en hospitales públicos, integrando la IVE como un servicio más dentro del sistema de salud pública. Esta medida no solo facilitaría el acceso, sino que también contribuiría a desestigmatizar el aborto como parte de la atención sanitaria integral.
### Acciones Legales y Propuestas de Mejora
Ante la alarmante situación, el Ministerio de Sanidad ha tomado una postura firme, advirtiendo a las comunidades autónomas que se tomarán acciones legales si no se asegura el acceso al aborto. Esta decisión se basa en la detección de múltiples trabas que limitan el acceso, incluyendo barreras geográficas, administrativas y organizativas. La ministra Redondo ha enfatizado que es inaceptable que el acceso a un derecho tan fundamental dependa de la ubicación geográfica o de la política de cada comunidad autónoma.
Como parte de las soluciones propuestas, se sugiere que se financien los desplazamientos y gastos asociados para aquellas mujeres que aún enfrentan desigualdades en el acceso a la IVE. Además, se plantea la necesidad de que al menos un hospital público por provincia ofrezca servicios de interrupción del embarazo en todas sus modalidades. Estas medidas son vistas como pasos necesarios para garantizar que todas las mujeres, independientemente de su situación económica o geográfica, puedan ejercer su derecho a decidir sobre su propio cuerpo.
La situación actual del acceso al aborto en España pone de manifiesto la necesidad urgente de un enfoque más equitativo y accesible en la atención sanitaria. La lucha por los derechos reproductivos continúa, y es fundamental que se tomen medidas concretas para asegurar que todas las mujeres tengan acceso a los servicios de salud que necesitan, sin importar dónde vivan. La integración de la IVE en el sistema público de salud no solo es una cuestión de justicia social, sino también un imperativo ético que debe ser abordado con urgencia.