El fenómeno del bullying ha cobrado una relevancia alarmante en el ámbito educativo, especialmente en la era digital. Pablo Duchement, ingeniero informático y perito judicial, ha dedicado su carrera a investigar y abordar este problema que afecta a un porcentaje significativo de estudiantes. Según un informe reciente, el 12,3% de los alumnos de primaria y secundaria admiten haber sido víctimas de acoso, ya sea en su forma presencial o a través de plataformas digitales. Este acoso no solo se limita al entorno escolar, sino que se extiende a las redes sociales, creando un ciclo de hostigamiento que puede tener consecuencias devastadoras, incluyendo el suicidio de jóvenes. La tragedia de una alumna de 14 años en Sevilla, quien se quitó la vida tras ser víctima de bullying, resalta la urgencia de abordar este problema de manera efectiva.
Duchement ha publicado una guía destinada a ayudar a las familias y a la comunidad educativa a identificar y combatir el acoso escolar. El título de su libro, ‘Te espero a la salida’, evoca las amenazas que él mismo sufrió durante su infancia. En sus declaraciones, Duchement enfatiza la diferencia entre el bullying y los conflictos escolares. Mientras que en un conflicto escolar ambas partes pueden tener cierta responsabilidad, el bullying implica un desequilibrio de poder, donde un agresor busca torturar a una víctima que solo desea sobrevivir. Esta distinción es crucial para entender cómo abordar cada situación de manera adecuada.
El experto también critica la mediación escolar como una solución para el bullying, argumentando que este enfoque puede ser contraproducente. La mediación requiere que el mediador sea neutral y objetivo, lo que es imposible en un contexto de acoso, donde una de las partes está claramente en una posición de desventaja. Duchement compara esta situación con la violencia machista, donde la mediación no solo es inapropiada, sino que puede revictimizar a la víctima y empoderar al agresor. A pesar de que muchos docentes aún aplican la mediación en casos de bullying, esta práctica está prohibida en los decretos antibullying de todas las comunidades autónomas.
La soledad de la víctima es otro aspecto crítico que Duchement señala. Aunque no siempre se presenta, la soledad puede ser una de las consecuencias más peligrosas del acoso escolar. La relación entre el suicidio juvenil y el bullying es alarmante, y muchos casos trágicos están precedidos por una profunda sensación de aislamiento. Duchement también menciona que tanto el acosador como la víctima suelen compartir problemas de autoestima, lo que complica aún más la situación.
El experto rechaza la idea de que la violencia sea una solución al bullying, citando ejemplos de cómo la respuesta violenta puede perpetuar el ciclo de agresión. En lugar de fomentar la violencia, Duchement aconseja a las familias que enseñen a sus hijos a actuar con calma y a no fomentar el odio hacia el agresor. La intervención de los padres es fundamental, y deben estar dispuestos a escalar el problema a través de los canales adecuados, desde el tutor hasta la policía, si es necesario.
Por otro lado, Duchement también se dirige a las familias de los acosadores, subrayando la importancia de que reconozcan el comportamiento de sus hijos. Este reconocimiento es a menudo una de las barreras más grandes para combatir el bullying. Los padres deben entender que el comportamiento de su hijo es inaceptable y que es necesario abordar la situación con seriedad. La educación y la restauración de la autoestima son fundamentales para ayudar a los jóvenes a cambiar su comportamiento. Además, si hay problemas psicológicos subyacentes, es crucial buscar la ayuda de profesionales.
La guía de Duchement no solo proporciona herramientas para las víctimas y sus familias, sino que también busca crear conciencia sobre la complejidad del bullying y la necesidad de un enfoque multifacético para su erradicación. La educación sobre el bullying debe ser integral, involucrando a estudiantes, padres y educadores en un esfuerzo conjunto para crear un ambiente escolar seguro y saludable. La colaboración entre todos los actores involucrados es esencial para abordar este problema de manera efectiva y prevenir futuras tragedias.
El bullying es un fenómeno que requiere atención urgente y un enfoque proactivo. La labor de expertos como Pablo Duchement es vital para sensibilizar a la sociedad sobre la gravedad del acoso escolar y sus consecuencias. La educación, la comunicación y la intervención adecuada son herramientas clave para combatir este problema y proteger a los jóvenes de sus efectos devastadores. La lucha contra el bullying es una responsabilidad compartida que debe ser abordada con seriedad y compromiso por todos los miembros de la comunidad educativa.