El proyecto de alquiler social en Xuxán, que busca construir 224 viviendas para familias en situación de vulnerabilidad, se enfrenta a una crisis significativa. Los cooperativistas, quienes se unieron a esta iniciativa con la esperanza de asegurar un hogar a largo plazo, ahora se encuentran en una situación incierta debido a cambios en las condiciones económicas y la falta de apoyo institucional. La asamblea general celebrada recientemente ha puesto de manifiesto las tensiones entre los socios y la gestora del proyecto, Galivivienda, que han llevado a muchos a cuestionar la viabilidad del modelo de colaboración público-privada.
Los cooperativistas han expresado su descontento con las nuevas condiciones económicas propuestas por el consejo rector, que consideran inalcanzables. En la asamblea del 24 de abril, se rechazó una propuesta que implicaba un aumento significativo en las cuotas mensuales, lo que llevó a un tercio de los socios a solicitar la devolución de su aportación inicial de 1.100 euros. Esta situación ha generado una ola de desconfianza y descontento entre los cooperativistas, quienes sienten que han sido engañados por la gestora del proyecto.
### La Realidad del Alquiler Social
El modelo de alquiler social en Xuxán se basa en la colaboración entre el sector público y privado, pero muchos cooperativistas creen que este enfoque ha fracasado. A pesar de las promesas iniciales, los socios se sienten atrapados en un sistema que les impone obligaciones financieras sin ofrecerles los derechos que deberían tener como futuros inquilinos. Uno de los cooperativistas expresó: «Este es un modelo fallido. Se ha demostrado que la colaboración público-privada, de este modo, no funciona. Ahora mismo, tenemos todas las obligaciones de un propietario pero ninguno de sus derechos».
El proyecto se encuentra en una encrucijada, ya que el Ministerio de Vivienda ha otorgado una subvención de 10 millones de euros, pero esta ayuda está condicionada a que las viviendas estén construidas para el 1 de julio de 2026. Sin embargo, la falta de licencias municipales y la incertidumbre sobre la financiación han puesto en riesgo el cumplimiento de este plazo. Los cooperativistas están preocupados por la posibilidad de perder esta subvención, lo que complicaría aún más la situación financiera del proyecto.
La propuesta revisada por Galivivienda busca elevar el capital social total y modificar las cuotas mensuales, pero muchos cooperativistas consideran que estas modificaciones no abordan sus preocupaciones fundamentales. La nueva propuesta implica un desembolso de aproximadamente mil euros mensuales durante diez años, lo que es inasumible para muchas familias que dependen del alquiler social. La falta de claridad sobre la financiación y el futuro del proyecto ha llevado a muchos a cuestionar si realmente se logrará el objetivo de proporcionar viviendas asequibles a quienes más lo necesitan.
### La Resistencia de los Cooperativistas
A pesar de la adversidad, los cooperativistas de Xuxán están decididos a luchar por sus derechos y por la viabilidad del proyecto. Se han organizado para expresar su descontento y exigir una mayor transparencia y compromiso por parte de las autoridades y la gestora. En una reunión reciente, los cooperativistas se manifestaron en las parcelas donde se proyectan las viviendas, compartiendo sus experiencias y preocupaciones. Muchos de ellos coincidieron en que se sienten «engañados y estafados» por la gestión del proyecto y exigen tiempo para que las reuniones con las instituciones involucradas den resultados positivos.
La situación actual ha llevado a un debate más amplio sobre la efectividad de los modelos de colaboración público-privada en el ámbito de la vivienda social. Los cooperativistas argumentan que, si el proyecto no se ajusta a las necesidades de las familias de bajos ingresos, la Xunta debería reconsiderar la asignación de terrenos y buscar alternativas que realmente beneficien a quienes más lo necesitan. La falta de un enfoque centrado en el bienestar social ha llevado a muchos a cuestionar la viabilidad de este tipo de iniciativas en el futuro.
El camino por delante es incierto, pero los cooperativistas de Xuxán están decididos a mantener el espíritu social del proyecto. A medida que se acercan las fechas límite para la construcción y la financiación, la presión sobre las autoridades y la gestora aumentará. La lucha por un hogar asequible y digno continúa, y los cooperativistas están dispuestos a hacer oír su voz en este proceso.