La situación de la sanidad pública en Galicia se encuentra en un punto crítico, según los sindicatos que representan a los trabajadores del sector. En una reciente manifestación frente a la Consellería de Sanidade, representantes de CIG, CSIF, CC OO y UGT expresaron su preocupación por la paralización de las negociaciones que afectan a diversas áreas de la atención sanitaria. Manuel González Moreira, portavoz de CIG-Saúde, fue claro al señalar que la sanidad pública enfrenta serios problemas en Atención Primaria, listas de espera, salud mental y la capacidad de respuesta del sistema en general.
Los sindicatos han solicitado una reunión urgente con el conselleiro de Sanidade para abordar estos temas críticos. Moreira enfatizó que «todo está paralizado» y exigió un respeto hacia los trabajadores y hacia la mesa sectorial que representa sus intereses. La falta de avances en las negociaciones ha llevado a una creciente frustración entre los profesionales de la salud, quienes sienten que sus preocupaciones no están siendo escuchadas ni atendidas adecuadamente.
### Problemas en Atención Primaria y Salud Mental
Uno de los puntos más críticos que los sindicatos han destacado es la situación en Atención Primaria. La saturación de los centros de salud y la falta de recursos han llevado a un aumento en las listas de espera, lo que afecta directamente la calidad de la atención que los pacientes reciben. Los profesionales de la salud están trabajando en condiciones cada vez más difíciles, lo que repercute en su bienestar y en la atención que pueden ofrecer a los ciudadanos.
Además, la salud mental se ha convertido en un tema prioritario en la agenda de los sindicatos. La creciente demanda de servicios de salud mental, exacerbada por la pandemia, ha puesto una presión adicional sobre un sistema que ya estaba al límite. Los trabajadores del sector han señalado que la falta de recursos y personal especializado está llevando a una crisis en este ámbito, donde muchos pacientes no reciben la atención que necesitan en el momento adecuado.
La situación se complica aún más con la falta de respuesta por parte de la administración. Los sindicatos han solicitado una respuesta en un plazo de siete días, con la esperanza de que se convoque una reunión para discutir estas preocupaciones. Sin embargo, la incertidumbre sobre la disposición del conselleiro para abordar estos problemas genera un clima de desconfianza entre los trabajadores.
### La Necesidad de un Cambio de Rumbo
Los representantes sindicales han dejado claro que es fundamental que haya un cambio de rumbo en la Consellería de Sanidade. La falta de acción y la inacción en la negociación están afectando no solo a los trabajadores, sino también a los pacientes que dependen de un sistema de salud eficiente y accesible. La situación actual no solo es insostenible, sino que también pone en riesgo la salud y el bienestar de la población gallega.
Los sindicatos han manifestado su disposición a tomar medidas si no reciben una respuesta adecuada en el tiempo estipulado. Esto podría incluir movilizaciones y otras acciones que busquen visibilizar la crisis que enfrenta la sanidad pública. La presión social y la movilización de los trabajadores son herramientas que los sindicatos están dispuestos a utilizar para exigir cambios significativos en la gestión de la sanidad.
La situación en la sanidad pública es un reflejo de problemas más amplios que afectan a la sociedad en su conjunto. La falta de inversión en el sector, la escasez de personal y la creciente demanda de servicios son desafíos que requieren atención inmediata. Los sindicatos están en la primera línea de esta lucha, defendiendo no solo los derechos de los trabajadores, sino también el derecho de los ciudadanos a recibir atención médica de calidad.
La respuesta del conselleiro de Sanidade será crucial en los próximos días. Los trabajadores del sector esperan que se reconozcan sus preocupaciones y que se tomen medidas concretas para abordar los problemas que enfrentan. La sanidad pública es un pilar fundamental de la sociedad, y su correcto funcionamiento es esencial para garantizar la salud y el bienestar de todos los ciudadanos. La presión de los sindicatos y la movilización de los trabajadores podrían ser el catalizador necesario para impulsar cambios significativos en la gestión de la sanidad en Galicia.