La situación de los funcionarios públicos en Santiago de Compostela ha tomado un giro inesperado debido a los recientes recortes en la cobertura de salud proporcionada por la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface). Aquellos afiliados a Adeslas se han visto afectados por la eliminación de centros médicos en la ciudad, lo que les obliga a desplazarse a A Coruña para recibir atención médica urgente. Este cambio ha generado preocupación y descontento entre los mutualistas, especialmente entre el profesorado y la Policía, quienes son los grupos más numerosos dentro de este colectivo.
Los recortes en el cuadro médico de Adeslas han dejado a los funcionarios sin opciones locales para atender emergencias. Hasta ahora, el HM Rosaleda en Santiago era el centro designado para urgencias, pero su exclusión del servicio ha dejado a los mutualistas con pocas alternativas. La única opción disponible en A Coruña es el Hospital Quirón Salud, lo que representa un inconveniente significativo para aquellos que requieren atención médica urgente.
Diego Boquete, secretario xeral de la CIG-Ensino, ha denunciado que la adjudicación del servicio a Adeslas y Asisa fue el resultado de una «chantaje total» por parte de las aseguradoras al Gobierno, que incrementó su financiación en más de mil millones para asegurar su participación. Esta situación ha llevado a un recorte en los servicios disponibles para los funcionarios, lo que ha generado un clima de incertidumbre y frustración entre los afectados.
Durante este mes, los mutualistas tienen la oportunidad de elegir entre Adeslas, Asisa o el Sergas, el sistema público de salud. Sin embargo, muchos de ellos están reconsiderando su elección tras conocer la reducción de servicios. Boquete ha instado a los funcionarios a optar por el Sergas, argumentando que las aseguradoras privadas se benefician sin ofrecer un servicio de calidad adecuado. La situación actual ha llevado a un aumento en las consultas y conversaciones entre los mutualistas, quienes comparten sus experiencias y preocupaciones sobre la calidad del servicio de Adeslas.
Las negociaciones entre HM Hospitales y Adeslas están en marcha, con la esperanza de que se pueda restablecer la atención de urgencias en Santiago. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y muchos funcionarios se preguntan si esta decisión será permanente durante la duración de la concesión, que se extiende hasta 2027. Boquete ha expresado su creencia de que la situación podría cambiar si un número significativo de mutualistas decide cambiarse al Sergas, lo que podría ejercer presión sobre las aseguradoras para que reconsideren su postura.
La preferencia por el Sergas entre los funcionarios es evidente, especialmente entre los más jóvenes que ingresan al sistema. Un informe reciente indica que, de los 16.809 mutualistas activos en la provincia de A Coruña, una parte considerable ya está afiliada a entidades privadas, pero la tendencia está cambiando. La mayoría de los nuevos funcionarios optan por el sistema público, lo que podría ser un indicativo de un cambio en la percepción de la calidad de atención que ofrecen las aseguradoras privadas.
La crisis actual ha puesto de relieve las deficiencias en el sistema de salud para funcionarios y ha suscitado un debate sobre la necesidad de reformar Muface. Muchos creen que el sistema es obsoleto y que debería ser reemplazado por un modelo más eficiente que garantice una atención de calidad sin las limitaciones actuales. La falta de opciones locales para atención médica urgente es un problema que afecta no solo a los funcionarios, sino también a sus familias, quienes dependen de estos servicios para su bienestar.
La situación en Santiago es un reflejo de un problema más amplio que enfrenta el sistema de salud en España, donde las aseguradoras privadas están ganando terreno a expensas de la atención pública. La creciente insatisfacción entre los mutualistas podría ser un catalizador para un cambio significativo en la forma en que se gestionan los servicios de salud para funcionarios en el futuro. A medida que se desarrollan las negociaciones y se toman decisiones, los funcionarios de Santiago estarán observando de cerca los acontecimientos, esperando que se restablezca la atención médica adecuada en su ciudad.